El PLD exige firmeza ante los aprestos para un impuesto a las remesas en EE. UU.
Piden al Gobierno abogar para que Haití sea exonerado de esta medida

El vicepresidente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Juan Temístocles Montás, alertó hoy sobre las consecuencias que tendría para la economía y la población dominicana el impuesto del 3.5 % que el Gobierno de los Estados Unidos busca imponer a las remesas que se envían desde ese país.
Esta medida podría representar una merma de 960 millones de dólares en los ingresos por remesas que recibe la República Dominicana, con sus efectos en la economía local y familiar. A una tasa del 58 x 1, ese monto se traduce en 55,680 millones de pesos.
Frente a este escenario, la agrupación política opositora instó a la administración del presidente Luis Abinader a dejar de actuar "con tibieza" y tomar acciones firmes y coordinadas con sus socios de la región para alzar la voz a favor de sus ciudadanos migrantes.
"Nos preocupa la tibieza con la que el Gobierno ha reaccionado ante esta amenaza. No basta con declaraciones de ocasión. Se necesita una diplomacia activa, firme y regionalmente coordinada", expresó Montás.
Además del interés propio, el exministro de Economía demandó al Gobierno "que abogue ante las autoridades estadounidenses para que Haití sea exonerado de estas medidas, tanto las arancelarias como del impuesto a las remesas, considerando la crítica situación humanitaria que atraviesa la nación".
En caso de no tener éxito, los responsables de la política exterior del Estado dominicano deberían presentar a la nación su plan para mitigar los efectos económicos, según la visión del PLD.
Proponen abaratar las comisiones de transferencia, crear incentivos para el uso de canales financieros formales y promover mecanismos para que las remesas se conviertan en ahorro, inversión y desarrollo local.
El miembro del Comité Político expuso la postura oficial del partido que gobernó el país por 20 años en una rueda de prensa realizada en la Casa Nacional de esa agrupación, acompañado de su secretario general, Johnny Pujols, y de la vicepresidenta Zoraima Cuello.
Falta de solidaridad
El PLD cuestionó que el Gobierno de una de las naciones más ricas del mundo intente fortalecer su posición fiscal a costa de la población con más carencias de países, en general, también empobrecidos.
Montás, quien es miembro del Comité Político, aseguró que las remesas no son un privilegio, sino el fruto del sacrificio de quienes emigraron en busca de un futuro mejor.
Por lo anterior, afirmó que penalizarlas es una muestra de falta de solidaridad de una nación como los Estados Unidos, que, a su juicio, siempre se ha caracterizado por su benevolencia y apoyo a los más pobres.
Doble tributación
El PLD repudia la medida por considerar que establece una doble tributación para los dominicanos, "quienes tienen que pagar impuesto sobre la renta por el ingreso percibido y después tendrían que tributar nuevamente un 3.5 % para enviar las remesas a sus familiares".
Estiman que la pérdida de ingresos por esta disposición representaría una amenaza que debilitaría las bases económicas y sociales de cientos de miles de hogares dominicanos.
De ponerse en marcha este impuesto, junto con una comisión de transferencia del 7 %, se podría reducir hasta en un 10.5 % el ingreso neto que perciben los hogares dominicanos.
Tomando en cuenta que la República Dominicana recibió en 2024 remesas por valor de 10,756 millones de dólares, de las que el 85 % vino de Estados Unidos, una reducción del 10.5 % significaría una pérdida de 960 millones de dólares en ingresos.
"En un país donde más de un millón de personas dependen directa o indirectamente de las remesas, este recorte equivale a empujar a miles de familias hacia la pobreza, frenar el consumo local y afectar negativamente la estabilidad del tipo de cambio y las reservas de divisas", remarcó Montás.
Muy lejos de las discusiones que se produzcan en suelo dominicano, la Cámara de Representantes de los Estados Unidos votó a favor del proyecto de ley y solo falta la ratificación del Senado, donde los líderes republicanos han dejado clara la intención de aprobarlo antes del 4 de julio.