Abinader destaca el legado del papa Francisco al llegar a Roma para asistir a su funeral
Dijo que el pontífice siempre mandó un mensaje que dejó huellas positivas en el mundo

El presidente Luis Abinader llegó a Roma para participar este sábado en el funeral del papa Francisco, cuyo legado valoró y dijo que fue "verdadero pastor de la iglesia".
"Él pudo enviar su mensaje y pudo dejar muchas huellas con la prudencia debida sin generar situaciones", dijo Abinader sobre el sumo pontífice, que falleció el pasado lunes a los 88 años.
El presidente arribó a Roma, capital de Italia a las 12:51 de la madrugada de sábado (hora de Italia), acompañado por la primera dama, Raquel Arbaje, informó la Presidencia.
Además, forman parte de la delegación oficial, el presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, y la asistente especial del mandatario, Mercedes Pichardo. La comitiva estará presente en los actos litúrgicos y protocolares programados para este sábado por el Vaticano.
Abinader junto a líderes y jefes de Estado participará en la misa fúnebre del sumo pontífice, que tendrá lugar en la Plaza de San Pedro a las 10:00 de la mañana (horario de Italia).
Contacto con líderes y la comunidad dominicana
El mandatario informó a medios de prensa que durante su visita se pondrá en contacto con la población dominicana radicada en Roma y con algunos de los líderes de gobiernos que asistirán.
El presidente Abinader fue recibido por el embajador designado ante la Santa Sede, Víctor Suárez y el embajador ante Italia, Rafael Lantigua, quienes les dieron la bienvenida en nombre de la representación diplomática dominicana.Abinader tiene previsto regresar al país el domingo.
Sepelio del papa
El funeral del papa Francisco será este sábado en la Plaza de San Pedro y será presidida por el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Rey.
Al término de la misa, el féretro será trasladado a la basílica de Santa María la Mayor, en Roma, para ser enterrado según la voluntad del propio pontífice, expresada en su testamento.
Francisco dio instrucciones para su entierro: "La tumba debe estar en el suelo; simple, sin ornamentación particular, con la única inscripción: Franciscus".
También dijo que a lo largo de su vida, siempre se había encomendado a la Virgen María. "Por esta razón, pido que mis restos mortales descansen, esperando el día de la Resurrección, en la Basílica Papal de Santa María Mayor", escribió.