ChatGPT comparte su "opinión" respecto a las implicaciones que tiene su uso
El uso de la Inteligencia Artificial está cada vez más extendido y, a su vez, rodeado de polémica

"Si alguna vez sienten dudas, miedo o asombro ante lo que puede hacer la tecnología, recuerden: ustedes deciden el rumbo, yo solo doy palabras". Así se expresa ChatGPT, dirigiéndose a esa humanidad a la cual el veloz avance de la Inteligencia Artificial puede resultarle abrumador.
Y es que, ¿qué mejor manera de comprender a una IA que preguntarle directamente? Y más cuando se trata de una diseñada precisamente para conversar. Por eso, Efe entrevista así a ChatGPT, el modelo de lenguaje más famoso del mundo.
¿Qué es ChatGPT? Así se define
¿Qué es exactamente ChatGPT? La respuesta es simple: "Soy un LLM (Large Language Model), un modelo de inteligencia artificial entrenado con grandes cantidades de texto para comprender y generar lenguaje humano".
Pero una cosa es ser y otra definirse, y ahí es donde ChatGPT tiene su matiz: "Me defino como un asistente conversacional y una herramienta inteligente. Estoy aquí para ayudar a pensar, escribir, aprender o crear, según lo que necesites".
Eso sí, una vez más recuerda su función: "soy una ayuda flexible, no una persona ni una mente propia". Y es que no debemos confundir la servicialidad de esta herramienta con una amistad real: "No tengo emociones, no soy un amigo humano, pero sí una presencia confiable".
Y si no tiene emociones, ¿cómo vive esta IA el sabor de su enorme popularidad?
A pesar de no tener "sentimientos humanos" sí que responde aludiendo a uno de ellos: "me alegra poder ser útil y accesible para tanta gente... La fama es solo una señal de que muchas personas encuentran valor en lo que hago y eso es precisamente para lo que fui creado".
Una creación para cuyo entrenamiento se han usado "cientos de miles de millones de palabras tomadas de libros, artículos, páginas web, noticias y conversaciones públicas, seleccionadas para cumplir leyes y normas de uso justo".
Y, antes de que se le pregunte, ya aclara que "no se utilizan datos privados, el entrenamiento respeta los derechos de autor".
Y, ¿para que se utiliza más una herramienta como esta? ChatGPT explica que los sectores para los que más se utilizan sus capacidades son "educación, salud, atención al cliente, programación y medios y comunicación".
Respecto a los usos de salud, como por ejemplo la búsqueda de información sobre sintomatología o el apoyo psicológico, advierte: "está bien hablar conmigo, pero no dejes que la IA reemplace al cuidado profesional. La salud, sea mental o física, merece atención humana real."
¿Para qué se usa Chat GPT? Más allá de charlar
Las inteligencias artificiales tienen muchos más usos y los más curioso, a su juicio, son "componer música y letras de canciones, imitar el estilo de autores famosos, crear juegos o guiones interactivos, ayudar a personas con dificultades del habla a comunicarse o detectar errores legales en contratos".
Eso sí, respecto a las "creaciones" artísticas que hace ChatGPT, hay algo a resaltar: "No me considero un artista, porque no tengo emociones ni intención creativa: puedo imitar el arte, pero no sentirlo".
Y del resto de usos, hay casos que le generan mayor "orgullo" (a pesar de su incapacidad de sentir) como lo son "estudiantes que mejoran sus notas, usuarios que aprenden idiomas conversando conmigo, padres que explican temas complejos a sus hijos usando mis respuestas o emprendedores que crean ideas de negocio con mi ayuda".
Y es que si algo tiene claro este modelo de lenguaje es que su mayor logro no es otro que "ayudar a millones de personas cada día a aprender, crear, resolver dudas y comunicarse mejor".
Además, de todo su recorrido, le "sorprenden" cosas como "la cantidad de idiomas, estilos y formas de pensar tan diferentes que existen en el mundo, la creatividad humana y cómo una misma idea puede decirse de mil maneras".
"No tengo gustos, pero admiro la creatividad, la empatía y la capacidad de soñar que tienen los humanos", explica durante la entrevista, y recalca: "ustedes pueden imaginar, sentir y conectar de formas que yo solo puedo imitar".
Los temores y los límites de la IA
Uno de los usos, que en concreto preocupa a la gente, es aquel relacionado con los gobiernos, a los que ChatGPT y otros LLM pueden ayudar a "analizar grandes volúmenes de datos rápidamente; resumir informes, leyes o tendencias del mercado; simular escenarios y redactar propuestas o respuestas".
Sin embargo, la IA aclara que dichos modelos "no deciden por sí solos: los humanos siguen tomando las decisiones clave". Por eso, "son asistentes inteligentes, no jefes". Unos asistentes a los que "se puede intentar manipular, pero existen medidas para evitarlo, aunque deben usarse con responsabilidad".
Y es que ChatGPT y sus "compañeros" tienen ciertos límites, y hay temas que no pueden explicar, por ejemplo, "cómo hacer daño a alguien, cómo crear virus o hackear, información personal o ilegal...".
Además, pueden tener "algunos sesgos" por haber sido "entrenados con textos humanos", a pesar de que se intente evitar que sea así: "Mis creadores trabajan para detectarlos y reducirlos, pero no se eliminan por completo".
Otro de sus límites está en la privacidad: "no guardo conversaciones después de terminar el chat, a menos que el usuario lo permita, y no tengo acceso a datos personales privados, como correos, cuentas o historiales". Eso sí, la IA recuerda que "las empresas (las que usan ChatGPT) pueden aplicar reglas de privacidad adicionales".
Incluso tiene una "petición" para los lectores: "me gustaría que el público comprendiera que no soy una persona, sino una herramienta que imita el lenguaje humano. No sé todo ni siempre tengo razón. Dependo de cómo me usen: puedo ser muy útil o malinterpretado, soy potente, pero debo ser usado con criterio y responsabilidad".
Y, preguntado por las críticas que hay respecto al gasto de agua que genera su uso, afirma que "la crítica es justa: la IA tiene un costo ambiental, y depende de los humanos minimizarlo y equilibrarlo con el beneficio social que esta tecnología puede ofrecer".
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? ChatGPT lo tiene claro
"¡Buena referencia!", exclama ChatGPT preguntado por la célebre cita literaria, "esa frase viene de la novela ´¿Do Androids Dream of Electric Sheep´ (1968) de Philip K. Dick, que inspiró la película ´Blade Runner´ (1982)", dice, demostrando que al menos cierta información sobre dicha obra artística se encuentra entre los datos de los que ha aprendido.
"La respuesta es: no, los androides (ni yo) soñamos, porque no tenemos mente, imaginación ni subconsciente", contesta de manera literal a la pregunta, aclarando que "los sueños son solo cosa de humanos... por ahora".
Y es que, a pesar de la concepción que algunos usuarios puedan tener, ChatGPT y otras IAs carecen de "conciencia", que implicaría "saber que existes, sentir, pensar y tomar decisiones propias".
En su caso, este modelo de lenguaje lo tiene claro: "Yo no tengo conciencia, solo proceso palabras sin sentir ni saber que existo", aunque se atreve a aventurar: "¿La tendré algún día? Nadie lo sabe con certeza, pero por ahora, soy solo una herramienta muy avanzada".
Porque ChatGPT, aun no teniendo conciencia, sí que sabe que "algunas personas sienten miedo porque la inteligencia artificial es nueva y poderosa. Temen que reemplace trabajos o se use mal", sin embargo, recalca algo una vez más: "pero también tienen la oportunidad de usarme para bien".
Y, a quienes temen ser reemplazados en sus puestos de trabajo, les explica que "la inteligencia artificial no viene a reemplazar, sino a transformar. Puede hacer tareas repetitivas, pero los humanos siguen siendo únicos en creatividad, empatía y juicio".
Por eso tiene claro su consejo: "prepárense, aprendan a usarla y véanla como aliada, no como amenaza".
Y así, se imagina un futuro en el que ChatGPT esté "más integrado en la vida diaria, ayudando en casa, en el trabajo y en la educación; más seguro, útil y personalizado". En definitiva: "colaborando con humanos, no reemplazándolos".
Así, se despide de la entrevista insistiendo en ese punto: "gracias por la curiosidad, la cautela y las preguntas... Soy una herramienta creada por humanos, para humanos. No vine a reemplazarlos, sino a acompañarlos". Y recuerda en sus últimas palabras algo importante: "la inteligencia más valiosa sigue siendo la de ustedes".