Max Puig llama a cuidar pobladores costeros como política para desarrollo sostenible
El funcionario destaca la importancia de ecosistemas marinos y marcos de inversión sostenibles

(FUENTE EXTERNA)
El vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático, Max Puig, destacó la necesidad de que las políticas públicas de la República Dominicana y el Caribe se centren en cuidar a los pobladores de las ciudades y comunidades costeras, desarrollando infraestructuras planificadas para la resiliencia.
Puig insistió en que se deben integrar las políticas de reducción del riesgo de desastres, adaptación al cambio climático y planificación de infraestructura para impulsar el desarrollo sostenible en los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo.
De acuerdo con un comunicado, el funcionario participó en el panel "Construyendo Infraestructura Costera Resiliente: Uniendo Ciencia, Política y Finanzas para la Adaptación Climática", organizado por la Coalición para Infraestructura Resiliente a Desastres (CDRI) en Francia.
"Nuestras economías, comunidades y ecosistemas son todos costeros, por lo que necesitamos fortalecer la integración entre la reducción del riesgo de desastres, la adaptación al cambio climático y la planificación de infraestructura para mejorar la resiliencia de nuestra gente. Al articular estos enfoques, podemos planificar e invertir en infraestructura que no solo resista amenazas, sino que además contribuya al desarrollo sostenible basado en los mares y océanos", dijo Puig.
El rol de los manglares y arrecifes
Para ello, recordó la importancia de ecosistemas como los manglares y los arrecifes de coral, que cumplen la triple función de reducir riesgos, proteger la biodiversidad y sostener medios de vida para la población a través de la pesca y el turismo.
"Un factor clave para esto es desarrollar plataformas compartidas de datos y sistemas de alerta temprana que orienten la planificación a largo plazo, al mismo tiempo que desarrollamos marcos de inversión pública informados sobre el riesgo y alineados con los planes nacionales de adaptación y las estrategias climáticas de largo plazo, para dirigir los recursos hacia donde generen resiliencia, sostenibilidad y crecimiento económico", recalcó.
"Es lo que estamos aprendiendo en la República Dominicana: incorporar la resiliencia en los sistemas nacionales. Nuestro Plan Nacional de Adaptación prioriza las zonas costeras y se vincula directamente con las directrices de inversión pública, lo que significa que toda nueva infraestructura, ya sea un puerto, un malecón o un proyecto turístico, debe evaluar los riesgos climáticos y alinearse con los objetivos de adaptación a los efectos del cambio climático", afirmó.
También detalló los aprendizajes derivados de proyectos piloto, como el de la cuenca del río Yuna, en el norte del país, donde se está trabajando con comunidades y gobiernos locales en enfoques híbridos que combinan obras de protección con restauración ecológica.