Aniana Vargas Jáquez: Revolucionaria dominicana antitrujillista y activista medioambiental

"En un campo del llano nací y en las lomas del río Blanco me crié; aquí aprendí a querer y a respetar a nuestra gente y a la naturaleza. Aquí, en medio de la tiranía trujillista, comencé a sensibilizarme contra los abusos, la ausencia de libertades y la explotación despiadada de las personas y el medio ambiente. Aquí me hice revolucionaria, asumiendo un compromiso para toda la vida", así solía presentarse Aniana Ondina Vargas Jáquez.

Esta dominicana, que pasó a la historia por su valentía y fuerza para encarar la lucha por las libertades de los dominicanos y por la preservación medioambiental, nació un día como hoy, 13 de marzo, pero de 1930, en La Salvia, Bonao, provincia Monseñor Nouel.

Hija de familia ganadera, sus padres Antonio Vargas García y Eufemia Jáquez Abreu, la criaron en una sociedad oprimida, en el contexto de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, la cual inició meses después de su nacimiento.

De acuerdo con el texto "Aniana Vargas: de combatiente revolucionaria a Centinela de las aguas", del Instituto de Historia de la UASD, Bonao, en mayor proporción que otros territorios del país, sintió los estragos del régimen, ya que en esa época el hermano del tirano, José Arismendi Trujillo "Petán", se proclamó dueño y señor de ese pueblo, dando paso a los crímenes contra la tierra y el ganado, y duplicando el terror infundido por el gobierno.

Lucha antitrujillista

Bajo ese contexto creció Aniana, viendo como su pueblo era devorado por la dictadura y la doble opresión, por lo que ella y otros jóvenes bonaenses se motivaron a desarrollar la lucha antitrujillista.

Las actividades políticas de ella iniciaron en 1956. La joven Aniana tenía 26 años. En ese entonces, Petán se ensañó contra su familia, por lo que tuvo que continuar la lucha en el exilio, en Nueva York, Estados Unidos.

Desde allí participó en la expedición militar contra el régimen de Trujillo del 14 de junio de 1959, dirigiendo a los grupos antitrujillistas dominicanos en Nueva York. A pesar de que esta gesta concluyó con la muerte de muchos opositores y el encarcelamiento y tortura de otros participantes, logró despertar el espíritu de lucha en el pueblo dominicano.

En la expedición Estero Hondo, Constanza y Maimón también luchó el sobrino de Vargas Jáquez, Mayobanex Vargas, de los pocos sobrevivientes del suceso.

En esta gesta también se destacaron cuatro mujeres, quienes además de prepararse y entrenar como los demás combatientes para la lucha, hacían las labores de lavar y cocinar para los hombres de la tropa.

Sin embargo, no participaron en la expedición debido a que fueron enviadas a La Habana para recibir otros entrenamientos, aunque era solo una excusa para desligarlas de los planes. Estas mujeres fueron Dominicana Perozo, Dulce Díaz, Betty Rodríguez, Linda Ortiz, de acuerdo con el libro "Las expediciones" de Emilio Cordero Michel.

Otras luchas

Tras el fin de la dictadura, no finalizó la lucha de Aniana, ya que retornó al país. Esta vez para unirse al Movimiento 14 de Junio, donde obtuvo notoriedad rápidamente y logró alcanzar la dirección política de este.

Su participación en este movimiento no detuvo su espíritu. Se mantuvo reavivando el recuerdo de quienes dejaron todo por la libertad del pueblo dominicano, como Manolo Tavares Justo y las hermanas Mirabal.

Volvió a su natal Bonao y luchó activamente en 1989 contra los daños ecológicos que provocaba la empresa minera Falconbridge en las provincias Monseñor Nouel, La Vega y Sánchez Ramírez.

También participó en la reunión de campesinos en 1992, cuando el entonces presidente, Joaquín Balaguer, emitió un decreto para desalojarlos de unas tierras (Las cuencas de Nizao, Mahoma, Mahomita y parte del Yuna) por el supuesto daño que le hacían, y así declarar esas zonas reservas forestales.

Aniana buscó una solución a la situación con la Federación de la Academia de Ciencias, logrando importantes avances respecto a ésta, como evitar el desalojo.

Aniana Ondina murió el 16 de diciembre de 2002, a la edad de 72 años.

Cayena González

Periodista, graduada de Comunicación Social en la Universidad Católica Santo Domingo