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Dr. Fernando Ariza
Dr. Fernando Ariza

Adiós al Dr. Fernando Ariza Mendoza: pasión, ciencia y legado

Este pionero de la cardiología dominicana combinó el arte, la medicina y una vocación inquebrantable por enseñar y servir

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Adiós al Dr. Fernando Ariza Mendoza: pasión, ciencia y legado
El Dr. Fernando Ariza Mendoza: pionero de la cardiología dominicana combinó arte, medicina y vocación por enseñar y servir (FUENTE EXTERNA)

El Dr. Fernando Ariza Mendoza, destacado cardiólogo, docente y figura esencial en el desarrollo de la medicina moderna en la República Dominicana, falleció el pasado viernes 18 de abril en Washington, D.C., a los 93 años.

Su partida marca el fin de una era, pero su legado sigue vivo en cada médico que formó, en cada paciente que atendió y en cada institución que ayudó a construir.

Nació en Santo Domingo el 26 de agosto de 1931, en la tradicional avenida Pasteur del sector Gazcue. Fue el menor de cuatro hermanos, hijo de Concepción Emilia Mendoza Álvarez y Carlos Adolfo Ariza y Ariza.

Desde joven mostró una sensibilidad artística inusual: fue el primer graduado del Teatro Escuela de Arte Nacional, dirigida por Emilio Aparicio Martínez, pionero del teatro moderno dominicano.

También participó en radionovelas transmitidas en vivo por la Voz Dominicana, lo que evidenciaba una genuina pasión por las artes escénicas.

En 1955 se graduó de doctor en Medicina y contrajo matrimonio con la Dra. Marianela Castillo Sánchez.

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Infografía

Ese mismo año partió a Estados Unidos para continuar su formación. Se especializó en medicina interna en Baltimore y Filadelfia, y en cardiología intervencionista en el Hospital de la Universidad Hahnemann.

También cursó una subespecialidad en fisiología respiratoria en el Hospital General de Toronto, Canadá.

Pionero en cardiología intervencionista

En 1962, tras la muerte de Trujillo y luego de completar su formación, regresó al país. Fue pionero en introducir la cardiología intervencionista en la República Dominicana, fundando en 1970 el servicio de Hemodinamia del Hospital Salvador B. Gautier, el primero de su tipo en el país y que hoy lleva su nombre.

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Infografía

Fue además quien realizó el primer cateterismo cardíaco en suelo dominicano y quien impulsó las pruebas de función pulmonar como herramienta diagnóstica.

En el ámbito académico, fue un pilar. Fundó la cátedra de fisiopatología respiratoria en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), donde enseñó durante más de dos décadas.

También fue creador y coordinador de las residencias de medicina interna y de la residencia cardiorrespiratoria del Hospital Gautier. Nunca dejó de participar activamente en congresos, investigaciones y publicaciones científicas, mientras mantenía una intensa práctica privada en su consulta del Centro Médico Nacional, luego Centro Médico UCE.

Por sus aportes, fue reconocido como Maestro de la Cardiología Dominicana en 1977 por la Sociedad Dominicana de Cardiología, y como Maestro de la Medicina Dominicana en 1996 por el Colegio Médico Dominicano.

Ya retirado de la práctica médica, continuó siendo un lector voraz de literatura científica, siempre actualizado, siempre disponible para orientar y ayudar. Su amor por la cultura era profundo: disfrutaba de la poesía, las tertulias, la declamación y la música romántica latinoamericana.

En sus últimos años aprendió a tocar la guitarra y deleitaba a su familia interpretando Granada, de Agustín Lara, su canción predilecta.

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Infografía

Le sobreviven sus hijos Marina, Milagros y Fernando; sus nietos Fernando Enrique, Nicole, Brandon, Julian, Lucía, Manuela, Melina y Sebastián; y su bisnieta Victoria Lucía. Todos lo recordarán con infinito cariño, respeto y agradecimiento.

Con su partida, la medicina y la sociedad dominicana pierden a uno de sus grandes referentes. El Dr. Ariza Mendoza fue, sin duda, parte de una estirpe de profesionales irremplazables.

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