El cambio climático exacerbó la lluvia y los vientos del huracán Helene, según estudio
Helene asoló el sureste de Estados Unidos en septiembre y provocó más de 230 muertos
Las lluvias y vientos del huracán Helene, que asoló el sureste de Estados Unidos en septiembre y provocó más de 230 muertos, fueron un 10% más intensos debido al cambio climático, según un estudio publicado el miércoles.
Aunque el porcentaje del 10% "pueda parecer relativamente bajo, es muy importante subrayar (...) que un pequeño cambio en términos de peligrosidad puede suponer realmente un gran cambio en términos de impacto y daños", explicó Friederike Otto, responsable de la red World Weather Attribution (WWA).
El estudio afirma asimismo que los combustibles fósiles, principales causantes del calentamiento global, han hecho que huracanes como Helene sean 2,5 veces más probables en esta región.
En otras palabras, en lugar de suceder cada 130 años, ahora es probable que se produzcan cada 53 años de media.
Para estudiar Helene, los científicos se centraron en las precipitaciones, los vientos y la temperatura del agua en el Golfo de México, un factor clave en su formación.
"Todos los aspectos de este fenómeno se han visto amplificados por el cambio climático en diversos grados", declaró en rueda de prensa Ben Clarke, coautor del estudio e investigador del Imperial College de Londres.
"Y veremos más de lo mismo a medida que el planeta siga calentándose", añadió.
El estudio se ha hecho público cuando el estado de Florida se prepara para la llegada el miércoles de otro gran huracán, Milton, sólo diez días después de ser azotado por Helene.
"Más destructivos"
Helene tocó tierra el 26 de septiembre en el noroeste de Florida, con vientos de 225 km/h.
El huracán se desplazó después hacia el norte, provocando lluvias torrenciales tierra adentro en varios estados, sobre todo en Carolina del Norte, donde causó el mayor número de víctimas.
Los autores del estudio subrayaron que el riesgo ha aumentado más allá de las zonas costeras.
Helene "era tan potente" que perder esa energía llevó tiempo, mientras que el huracán "se movía rápido (...) por lo que pudo adentrarse rápidamente en el interior", explicó Bernadette Woods Placky, meteoróloga de la oenegé Climate Central.
La WWA evalúa periódicamente la relación entre los fenómenos meteorológicos extremos en todo el mundo y el cambio climático.
El estudio fue realizado por científicos de Estados Unidos, Reino Unido, Suecia y Países Bajos, quienes utilizaron tres métodos.
Para las precipitaciones optaron por un enfoque basado tanto en observaciones como en modelos climáticos, diferenciando entre dos regiones: las montañas Apalaches, en el interior, y las zonas costeras, sobre todo en Florida.
En ambos casos, según el estudio, las precipitaciones han aumentado un 10% como consecuencia del calentamiento global, que ya es 1,3°C superior al de la era preindustrial.
Para los vientos, difíciles de estudiar en fenómenos tan breves, el método elegido utiliza datos de huracanes desde 1900.
El resultado: los vientos de Helene fueron un 11% más fuertes - o 21 km/h más - como consecuencia del cambio climático, concluye.
Por último, los investigadores se fijaron en la temperatura del agua del Golfo de México, donde se formó Helene, que era unos 2°C superior a lo normal.
Según los investigadores, esta temperatura récord era entre 200 y 500 veces más probable debido al cambio climático.
Los océanos más calientes liberan más vapor de agua, que proporciona energía adicional para las tormentas.
"Si las personas siguen quemando combustibles fósiles, Estados Unidos se enfrentará a huracanes aún más destructivos", advierte Ben Clarke.