Banco Mundial advierte sobre brechas en concienciación sobre el cambio climático en RD
El organismo indica que el acceso a educación de calidad permite que los niños y sus comunidades sean más resilientes ante crisis climática
El Banco Mundial advirtió que la concienciación sobre el cambio climático, una de las claves para producir un cambio de comportamiento a favor del clima, aún presenta "lagunas significativas", sobre todo en países de ingresos bajos y medios, citando a República Dominicana, Honduras y Ecuador como ejemplos.
En su informe "Elegir nuestro futuro: educación para la acción climática", el organismo internacional indica que entre el 40 y el 50 % de los encuestados en sendos países "estuvieron de acuerdo con la afirmación de que el cambio climático no es un problema".
El estudio añade que esta laguna, junto a la desinformación y la falta de información sobre qué hacer para mitigar y adaptarse ante la crisis climática, son problemas que también aparecen en contextos de países de altos ingresos.
En ese sentido, detalla que en Estados Unidos "solo el 46 % de los estadounidenses cree que el calentamiento global se está produciendo debido a la actividad humana y otro 14 % no cree que haya evidencia alguna de que la Tierra se esté calentando. En Australia (un exportador líder mundial de carbón) aproximadamente un tercio de la población sostiene que el cambio climático no es causado predominantemente por los humanos".
La garantía de la educación ante desastres
El Banco Mundial hace énfasis en que la educación puede impulsar cambios de comportamiento para la adaptación al cambio climático, considerado como un punto "crítico" para los países de ingresos bajos y medios que enfrentan con mayor vulnerabilidad los choques climáticos, como República Dominicana.
Sobre la adaptación, el informe detalla que las personas con niveles más altos de educación muestran una mayor preparación y respuesta ante desastres en países como República Dominicana, Brasil, Cuba, El Salvador, Haití, Malí, Senegal y Tailandia.
"La educación puede generar cambios de conducta a gran escala, no sólo mañana sino hoy. A nivel mundial, el nivel de instrucción es el predictor más sólido de la concienciación sobre el cambio climático", indica el estudio.
Un año adicional de educación aumenta la concienciación sobre el clima en un 8,6 % (medido en función de los conocimientos y las habilidades sobre cuestiones ambientales), según un análisis realizado por el Banco Mundial en 96 países con casi un millón de estudiantes durante cuatro años.
Crisis climática afectó a 400 millones de estudiantes
El informe resalta que el acceso a una educación de calidad permite que los niños y sus comunidades sean más resilientes ante crisis y transiciones que fueron la causa de que 400 millones de estudiantes de todo el mundo vieran sus escuelas cerradas entre enero de 2022 y junio de 2024. La entidad indica que estos planteles perdieron un promedio de 11 días de instrucción por año.
El estudio indica que los impactos fueron "muy desiguales", ya que los países de bajos ingresos perdieron alrededor de 18 días por año (o el 10 por ciento de un año académico) en las escuelas afectadas, mientras que los países de altos ingresos perdieron solo 2,4 días.
"A menos que se recupere, esta pérdida de escolaridad se traducirá en grandes déficits de aprendizaje para los niños de los países de bajos ingresos. Por ejemplo, se necesitan alrededor de 18 días para enseñar a un estudiante a sumar números de dos dígitos a números de uno o dos dígitos, con acarreo (suponiendo una pedagogía bien diseñada y estructurada)", advierte el Banco Mundial en el informe.
Parte del informe pone el foco sobre la necesidad de que la educación pueda generar habilidades medioambientales entre los estudiantes con el fin de preparar a los jóvenes de hoy para que, según su evaluación, puedan optar a los 100 millones de nuevos empleos verdes.
Entre otras conclusiones, el Banco Mundial invita a los gobiernos y a los sistemas educativos a que realicen un esfuerzo de financiación para que se adapten, realicen ajustes de las infraestructuras, prioricen la continuidad del aprendizaje y movilicen a estudiantes y profesores como agentes de cambio.