Dibujar la paloma
Esta frase aplica a todos los problemas sociales que siguen sin resolverse
Decía un ser querido: "Es muy fácil dibujar una paloma, el problema es ponerle pico y que coma." Una burla a los planteamientos teóricos, a los sueños sin disciplina y a las poses de turno.
Esta frase aplica a todos los problemas sociales que siguen sin resolverse. Basta con buscar en internet "Bolero del Biónico" de Toque Profundo, canción de 1990, para entender su vigencia. También encaja con las comisiones que se reinventan con simbolismos extranjeros y con los políticos que, desde la oposición, denuncian problemas que ellos mismos agravaron cuando tuvieron el poder.
Para que esta vez no se repita en el Congreso Nacional, es fundamental prestar atención al proyecto de ley depositado por el Poder Ejecutivo que busca aumentar las penas por estafa hasta 10 años de cárcel. No es justo que el crimen siga pagando. No es aceptable que alguien juegue con los ahorros de toda una vida de una familia y salga impune, amparado en penas que dan vergüenza. En el Congreso también está en discusión el proyecto de ley que busca regular los servicios inmobiliarios y los contratos de corretaje. Su estudio debería ser una prioridad, no hablamos de una aprobación sin lectura. Seguro hay aspectos que pueden mejorarse. Pero el objetivo es claro: frenar las estafas inmobiliarias, proteger las buenas prácticas y garantizar la seguridad tanto de los compradores como de los desarrolladores.
Comprar una vivienda es una de las decisiones más importantes en la vida de cualquier persona. Muchos compradores primerizos han confiado su capital a un constructor o promotor inmobiliario sin contar con suficientes garantías. Una oferta atractiva en una zona de rápido crecimiento puede parecer la oportunidad ideal, pero sin las regulaciones adecuadas, la casa de ensueño puede convertirse en una pesadilla.
El sector inmobiliario dominicano es un pilar de la economía, sostenido por ingenieros, empresas y vendedores que trabajan con ética y responsabilidad. A esos también hay que cuidarlos, porque su esfuerzo y transparencia no pueden verse opacados por quienes operan desde la ilegalidad. El Bolero del Biónico de las estafas inmobiliarias no debería seguir sonando. Es tiempo para cambiar la melodía con reglas claras y justicia real.