×
Compartir
Secciones
Última Hora
Podcasts
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Herramientas
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales

No me hagan cuentos

No pongo en duda que Venezuela no vive en una democracia

No, no quiero que me hagan cuentos. Cuando uno pasa el medio siglo de vida, no quiere que le tapen el cielo con las manos ante lo evidente. Tampoco resulta simpático ver a personas defendiendo lo indefendible, como ocurre con Venezuela, Cuba y Nicaragua, o con Donald Trump en Estados Unidos. Hay mucha gente que insiste en justificar modelos no democráticos a toda costa, lo cual es una desgracia para la libertad ciudadana.

No tengo dudas de que el gobierno venezolano, desde los tiempos de Hugo Chávez y en las primeras dos administraciones de Nicolás Maduro, ha estado sometido a severas presiones por parte de países que sólo buscan controlar las mayores reservas de petróleo del mundo, sin interés en devolver la democracia. Igualmente estoy convencido de que Maduro no maneja un gobierno democrático ni socialista, que se robó las elecciones y usa como excusa el hostigamiento político de intereses externos para mantenerse en el poder. Negarlo sería una ceguera ideológica terrible.

No pongo en duda que Venezuela no vive en una democracia. Eso no quita que Maduro tenga razón cuando implica a Estados Unidos y sus socios en movimientos para apoderarse de sus recursos naturales, porque tiene razón. Pero esa razón no le da autoridad para instaurar una dictadura y querer ganar las elecciones de manera fraudulenta, como ha pasado también en Nicaragua. Daniel Ortega ha pasado de guerrillero anticapitalista a dictador tan malvado como Somoza, a quien combatió. Algo similar ocurre en Cuba, donde una revolución que ilusionó al mundo se niega a evolucionar y a revolucionarse a sí misma. Y en Estados Unidos, el pensamiento trumpista es asqueante, con una prédica extrema e intolerante.

Cuba, Nicaragua y Venezuela fueron faros en su momento, pero perdieron la guía. Estados Unidos también se ha desviado al perseguir una ideología divisoria y abusiva. Ojalá Brasil persista, porque el ejemplo de Lula debería ser tomado más en cuenta en toda la región, porque él se ganó su presidencia en las urnas, como corresponde.

TEMAS -

Periodista puertorriqueño y subdirector de Diario Libre. Ganó el Premio Nacional de Literatura Puertorriqueña, Categoría Periodismo, en 2018, por sus columnas en el periódico El Nuevo Día, del cual fue director asociado.