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Pepe Mujica y su inseparable perra Manuela

La historia de amor entre Mujica y su perra Manuela

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Pepe Mujica y su inseparable perra Manuela
El expresidente uruguayo José "Pepe" Mujica, reconocido por su sencillez y amor por la naturaleza, compartió un vínculo entrañable con su perra Manuela, una mascota de tres patas que lo acompañó durante más de dos décadas. (FUENTE EXTERNA)

Cuentan sus cercanos que preservar y disfrutar a plenitud de los encantos de la madre naturaleza fue siempre una constante en la vida sentimental del guerrillero y gobernante uruguayo José Pepe Mujica. Tal si fuera una religión, recurría a ella cuando quería llenarse de vida, demostrando un amplio conocimiento y una vasta experiencia.

Publicaciones sobre su fructífera y enigmática existencia resaltan que los animales ocupaban un lugar preponderante en su existencia, destacando como una especie de celebridad a su inseparable y amorosa Manuela, la perra cariñosa del viejo que atraía la atención de muchos de sus allegados, tanto por su ternura como por el hecho de tener tres patas.

La pasión de Pepe Mujica por la referida carnívora que, durante sus viajes al exterior, cuando hacía una llamada telefónica a su esposa Lucía Topolansky, a Montevideo, le solicitaba que acercara a la perra al instrumento de comunicación para poder hablarle y sentir sus ladridos.

Las anécdotas teniendo como figura protagónica a Manuela eran constantes en los diversos encuentros del exgobernante uruguayo con aquellos que tuvieron el privilegio de hacer presencia en su modesta y singular residencia campestre. Su cuidado era permanente y su afecto era tan evidente que, al momento de movilizarla en el emblemático cepillo, marca Volkswagen Beetle, 1987, el inolvidable gobernante la llevaba, la mayoría de las veces, entre sus piernas.

Cuando Manuela apenas tenía unos 18 años de vida, Pepe Mujica, considerado por muchos como el presidente más pobre del mundo, narró a varios de sus visitantes detalles sobre los orígenes del animal y cómo ocupaba el tiempo en el hogar.

"Es de Paysandú. La trajimos una noche y era una cosita diminuta. Con el tiempo, se fue transformando en algo muy especial. Perdió la pata por acompañarme en el campo. Fue con la disquera del tractor. A partir de ahí, pasó a ser la reina de la casa, con todos los mimos incluidos. A ella le cocina el presidente de la República, no es joda. El día que se pele, la voy a extrañar porque son muchos los años juntos".

No conforme con lo anterior, el expresivo y paradigmático gobernante latinoamericano mostraba una inmensa satisfacción y orgullo al externar sus apreciaciones y peculiaridades sobre el protegido animal.

"En invierno, me levanto tres o cuatro veces de noche para ponerle astillas a la estufa porque Manuela me pide. Y cuando quiere mear, me levanto alto del piso y le abro la puerta. De mañana, en cuanto me ve ponerme el pantalón, sale a dar una vuelta conmigo por el campo. Ella va conmigo en la cabina del tractor o en el Fusca cuando salgo por el barrio. Siempre la tengo al lado".

El amor profesado a Manuela por parte de su dueño resultó tan inmenso que Pepe Mujica, al momento de expresar su último deseo, no perdió tiempo en manifestar su interés en que su ceniza fuese esparcida en los alrededores del tronco de árbol en cuya parte inferior descansa el famoso animal.

La inseparable mascota del presidente uruguayo José Pepe Mujica (2010-2015) murió en el 2018, a la edad de 22 años.

Es innegable que Manuela fue, por un considerable tiempo, la preferida en la denominada y singular chacra de Rincón del Cerro, en la cercanía de Montevideo, donde logró compartir, junto a la pareja presidencial, una refrescante y espaciosa área rural con más de diez perros.

La identificación y pasión de Pepe Mujica y su eterna compañera Lucía Topolansky fue tan evidente que en su espacio hogareño hubo ocasiones en que convivían cerca de media decena de gatos, y varios gallos y gallinas, cada uno con una función específica.

Como ejemplo se destaca el caso de un gallo llamado Claudio, quien de manera espontánea llegó a convertirse en el encargado de despertar a los dueños de la casa, difundiendo su canto cada mañana desde el borde de la ventana del dormitorio.

Por el momento, hagamos una pausa para, en una próxima entrega, conversar sobre otras curiosas facetas asumidas por el recién fallecido gobernante José Pepe Mujica, paradigma de humildad, solidaridad y transparencia entre los mandatarios del llamado Continente de la Esperanza.

Paz a su alma...

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Sociólogo y comunicador dominicano.