×
Compartir
Secciones
Última Hora
Podcasts
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Herramientas
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales

¿Por qué todos quieren trabajar en el sector público?

En R.D. las escalas salariales pudieran arrojar luz sobre la manifiesta preferencia por obtener empleo estatal

Hace décadas que la encuesta a graduados universitarios en Taiwán arroja el mismo resultado: la mayoría (76% en 2019) aspira a establecer su propia empresa. Esta arraigada cultura empresarial se enmarca en un país clasificado como el #15 en el reporte ´Doing Business´ (Banco Mundial).

En comparación, República Dominicana ostenta la posición #115, donde el factor de mejor comparación internacional es el comercio transfronterizo (#66) y el factor de peor comparación es el pago de impuestos (#150, de 190 economías). En la evaluación sobre la facilidad para establecer una empresa, Taiwán queda en el lugar #21, R.D. en el #112.

La encuesta Global University Entreprenurial Spirit Student Survey (Universidades de St. Gallen y Berna), que no incluye a Taiwán ni a R.D., reporta que 9% de los estudiantes de 54 países aspiran a iniciar sus propias empresas al graduarse, mientras 34.7% visualiza fundarlas luego de 5 años de experiencia como empleados. Solo 11.5% aspira a empleos gubernamentales al graduarse y después.

La vocación empresarial es tal, que los hallazgos revelaron que un 40% de los estudiantes estaba en proceso de formación de su empresa y 25% ya manejaba una empresa propia mientras estudiaba.

Curiosamente, varios países latinoamericanos se destacan entre los de mayor inclinación empresarial, específicamente, al tope estaban: Perú, Indonesia, Panamá, Ecuador, Colombia, Ucrania, El Salvador, Argentina y Uruguay donde entre 67%-50% de los estudiantes aspiraban formar su propio negocio. Las clasificaciones ´Doing Business´ de estos países son significativamente mejores que R.D. aunque inferiores para Argentina y Ecuador (2019), lo que sugiere hay otros factores.

En R.D. las escalas salariales pudieran arrojar luz sobre la manifiesta preferencia por obtener empleo estatal. Resulta, que después del sector de Intermediación Financiera el salario por semana más alto reportado en la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo corresponde a la rama de Administración Pública y Defensa.

En promedio, la brecha entre el salario semanal promedio público-privado dominicano es un 30.9%, aumentando de 23.7% en 2014. También es una de las ramas cuya remuneración más rápidamente ha crecido, 79% en términos nominales entre 2014-2023.

Considerando que la mitad de los asalariados públicos califican para los deciles superiores de ingresos, más las complejidades que involucra incursionar en actividades como industria, servicios, comercio, turismo y agricultura, no debe sorprender la preferencia de los graduandos dominicanos por el empleo público.

¿Existe este diferencial de salarios en otros países? Sí, pero menor.

Un estudio del FMI estimó una brecha de salario público-privado de 11.7% para las economías en vías de desarrollo. Aunque sea importante contar con una empleomanía pública capacitada y motivada, y hay que reconocer que han mejorado sus calificaciones, visto que empleados privados dominicanos están a la vanguardia en tecnologías de distribución e inventarios manejadas por multinacionales para mejorar su productividad (BEES p. ej.), llama la atención la magnitud del diferencial salarial y la dificultad para establecer nuevas empresas y pagar impuestos.

Tomando en cuenta el actual reto fiscal y un mercado laboral mundial menguante, luce prudente plantear que la reforma del Estado contemple un congelamiento o un sacrificio salarial (cada 1% de reducción en gastos salariales representaría un ahorro de RD$3,000 millones anuales) como aporte al equilibrio fiscal o para inversiones necesarias en otros renglones, en adición a implementar una simplificación tributaria como estrategia para alinear incentivos que fomenten el emprendedurismo y la formalidad.

TEMAS -

Economista Senior de firma Intelligent Economics.