Un caso injustificable
Ellen Frances Hulett murió tras más de tres meses detenida sin cargos
La muerte de la ciudadana estadounidense Ellen Frances Hulett, ocurrida el 24 de junio en el Centro de Retención Migratoria de Haina, pone en evidencia graves deficiencias en el sistema migratorio dominicano. Más que una tragedia individual, se trata de un hecho que cuestiona directamente el respeto al debido proceso, la dignidad humana y la responsabilidad institucional.
La Dirección General de Migración ha ofrecido informaciones, cierto, pero persisten preguntas fundamentales: ¿cómo es posible que una persona permanezca detenida por más de tres meses sin cargos formales, cuando la ley limita ese plazo a 48 horas? ¿Cómo justificar que se tardara tanto en establecer la identidad y nacionalidad de una persona extranjera? Más aún: ¿cómo pudo permanecer en esas condiciones una mujer con evidentes problemas de salud mental, sin recibir la atención médica que su estado requería?
Este caso, lejos de agotarse en informaciones de prensa, exige una investigación independiente y la depuración de responsabilidades. La detención migratoria no puede convertirse en una condena sin juicio, ni en un abandono encubierto por el aparato estatal.
La dignidad no es opcional. Y el Estado dominicano debe responder por su inacción, su negligencia y su falta de humanidad ante una muerte que quizás era evitable.