El imperativo de la justicia serena
La imputación de homicidio involuntario que pesa sobre los propietarios de la discoteca demanda un examen exhaustivo de las pruebas, de los hechos y de las responsabilidades objetivas
El arresto de Antonio Espaillat López y Maribel Espaillat por su presunta responsabilidad en la tragedia del Jet Set abre un capítulo delicado en la búsqueda de justicia tras un suceso que ha conmocionado al país.
Las pérdidas humanas son irreparables, y el dolor de las víctimas y sus familias constituye una herida profunda. Sin embargo, es precisamente en estos escenarios de alta sensibilidad donde el sistema de justicia debe actuar con mayor rigor, serenidad y equilibrio.
La imputación de homicidio involuntario que pesa sobre los propietarios de la discoteca demanda un examen exhaustivo de las pruebas, de los hechos y de las responsabilidades objetivas.
Solo un juicio transparente, libre de presiones externas y de tentaciones de convertir el caso en tribuna pública, podrá garantizar que se haga justicia en el sentido pleno del término.
La presunción de inocencia no es un mero formalismo; es el cimiento sobre el que descansa el derecho de defensa y el respeto al debido proceso. Las emociones colectivas, por legítimas que sean, no pueden reemplazar el trabajo paciente de los tribunales ni anticipar veredictos.
El país necesita respuestas, pero también necesita preservar la integridad de su sistema judicial. Hacer justicia no es ofrecer culpables al clamor de las graderías, sino establecer la verdad con la firmeza y el respeto que demanda el Estado de derecho.