Mucho cuidado
La comunidad internacional debe reconocer que la crisis haitiana no es solo un problema interno
La reciente toma de la aduana haitiana en Malpasse, localidad fronteriza con Jimaní, por parte de un grupo armado ha encendido las alarmas sobre la creciente inseguridad en Haití y sus efectos en nuestro país.
La ocupación de este puesto aduanero por individuos fuertemente armados, liderados por un sujeto identificado como "Benbenn", ha dejado a Haití sin control sobre el flujo de mercancías en esta zona clave.
El Ejército dominicano ha reforzado la seguridad en la frontera, desplegando 150 soldados adicionales en Jimaní.
La toma de la aduana en Malpasse no solo representa un problema de seguridad, sino también un riesgo para el comercio binacional y la estabilidad regional.
La comunidad internacional debe reconocer que la crisis haitiana no es solo un problema interno, sino una amenaza que puede desbordarse más allá de sus fronteras.
La situación exige respuestas urgentes. La seguridad fronteriza debe ser una prioridad, y la comunidad internacional debe asumir su responsabilidad en la estabilización de Haití.