El crecimiento desorganizado
Uno de los efectos más visibles de la falta de planificación es el caos vehicular
El desarrollo urbano de Santo Domingo, especialmente en el polígono central, ha sido vertiginoso en las últimas décadas. La proliferación de torres residenciales, centros comerciales y oficinas ha transformado la ciudad en un epicentro de modernidad y dinamismo económico.
Sin embargo, este crecimiento ha ocurrido sin una planificación adecuada, generando graves consecuencias que afectan la calidad de vida de sus habitantes.
Uno de los efectos más visibles de la falta de planificación es el caos vehicular. La falta de estacionamientos y la invasión de espacios peatonales han convertido el tránsito en un desafío diario para residentes y visitantes.
La falta de regulación en el uso del suelo ha permitido la coexistencia de áreas residenciales con industrias y comercios que generan contaminación sonora y ambiental.
La solución no está en frenar el crecimiento, sino en ordenarlo. Es urgente implementar un Plan de Ordenamiento Territorial que garantice un desarrollo equilibrado, con infraestructura adecuada, espacios verdes y una movilidad eficiente.