Febrero tiene el talante adecuado
Desde el balcón se ve pasar las caravanas
En la orilla, sin meter los pies en el agua y sin mojarse lo que se dice que no se moja, no se consiguen peces. Pero sí se observa la condición del agua: si limpia, calmada o agitada. Igual ocurre en política.
En el balcón, viendo de lo alto el discurrir de marchas y caravanas, oyendo a distancia discursos y promesas, se tiene mejor dominio de la escena. Al desaprensivo como desaprensivo, al contenido como contenido. El Gobierno salió a provocar con encuestas y a posicionarse con ventaja en todos los municipios y la oposición no quiso quedarse atrás.
Propaganda que no se manifiesta, campaña que no logra su cometido. Incluso, para un exagerado, exagerado y medio. Sépase que ninguno habla verdad. Febrero tiene el talante adecuado y no se deja sugestionar por fuegos de artificio. Si cada cual afirma lo propio y se lo cree, no queda de otra que decir “Ah! po tá bien!” La prueba de los munícipes servirá para comprobar la honestidad y seriedad de los actuales pronósticos y discernir entre falso y verdadero. Y algo más, el charlatán de febrero no podrá acreditarse en mayo. Con verdad sabida, buena fe perdida.