Penalizar a los que ya pagan
El régimen impulsa a la informalidad
El Gobierno necesita dinero, no cabe duda de ello. El déficit fiscal va en ascenso y hay que buscar soluciones para reducirlo.
Pero el principal problema, entiendo, que enfrenta el sistema dominicano es que penaliza drásticamente al que se encuentra formal y trata de echar una empresa adelante.
Lo primero es el famoso anticipo fiscal, un impuesto "transitorio" que se impuso durante la crisis bancaria del 2003, que 22 años más tarde sigue vigente y que obliga al empresario a avanzar supuestas ganancias que aún no ha registrado, basadas en los ingresos del año anterior.
Luego tenemos el tema del pago del impuesto a las transferencias de bienes y servicios, el famoso Itbis. El que tiene una empresa debe liquidar ese impuesto el día 20 de cada mes... aún si la factura emitida no ha sido cobrada, incluso si nunca se cobra.
Esa empresa que cada abril, según su régimen fiscal, debe también pagar un 27 % de las ganancias que registra.
Un atraso en cualquiera de los pagos a la DGII implica una penalidad que pasa del 10% mensual, o sea, el nivel de usura. Y si encima de todo, aquel que está al día tiene que pagar RD$300 por una certificación que lo valide, mucho peor.