Dominicana necesita un plan de país urgente
La política no puede ser lo único que prime
Sabemos bien la inmediatez con la que se manejan los políticos dominicanos, que piensan más en las próximas elecciones que en lo que podría suceder en 30 o 40 años.
Pero es necesario que esa mentalidad comience a cambiar si queremos que nuestros nietos y bisnietos puedan tener un mejor país.
Ya está bueno de concentrarse única y exclusivamente en cuánto cuesta un huevo o una libra de arroz (no negamos que es importante, pero no puede ser la estructura de una campaña electoral) y debemos imaginarnos a la República Dominicana que queremos para el 2050, 2075 y 2100.
Quizás parezca absurdo o apostar a demasiado lejos, pero hay que comenzar a construir hoy lo que queremos ser a futuro.
Y tenemos que comenzar con educación, el eje transversal que toca prácticamente todos los males que nos afectan hoy, desde el tránsito hasta la delincuencia, pasando por un millón de inconductas que golpean el día a día de los dominicanos.
Pero también planificar para lo económico.
El proyecto al 2036, que apuesta a duplicar el Producto Interno Bruto puede ser una referencia aunque luce que necesita ser aterrizado. Debemos apostar a más.