Una "reforma fiscal" que ni amaga
La propuesta de Genao hizo bulla, pero ya no
El diputado Rogelio Genao sometió hace semanas un proyecto primo hermano de la propuesta de reforma fiscal retirada el año pasado. La iniciativa busca tocar algunos tributos y exenciones pero, aunque llegó haciendo mucha bulla, no ha hecho ruido en la comisión donde reposa desde hace más de un mes.
Más que reforma, el texto ha sido una especie de ensayo con membrete congresual (¿usando a Genao de mensajero?). Una declaración de intenciones de una "mini reforma fiscal" que aún el propio Congreso no toma en serio. No ha sido debatida, no ha generado audiencia pública... Está en pausa sin haber comenzado.
Y sin embargo, el tema no deja de ser necesario. En algún momento —y más temprano que tarde— habrá que mirar de frente el sistema tributario. No por capricho técnico, sino porque ya el Estado no alcanza ni con más deuda.
Mientras eso llega, se agradecen las ganas de algunos de poner el tema sobre la mesa, pero haría más efecto si el intento tuviera sustancia, respaldo político real y alguna intención de sobrevivir la primera lectura.
Por ahora, la "reforma de Genao" es solo eso: un papel. No ofende (aunque incomoda), no transforma. Y sobre todo, no camina.