No supero que me dejara
Romper con la idealización: el paso necesario tras una separación

Pregunta: Dra. Ana, hace dos años una persona que amaba con todo mi corazón terminó conmigo. Desde ese momento no he sabido cómo superar esta ruptura. Siento que la vida la veo en blanco y negro. Sigo siendo funcional, hago todas mis cosas en el día a día, pero se me dificulta olvidar a esa persona, aunque ya él haya hecho su vida, pues se casó y todo. ¿Qué me aconseja?
Respuesta: Lo que te mantiene estancada es querer entender por qué la otra persona no te eligió. Es como cargar con una gran interrogante, buscando certezas sobre lo que ocurrió y lo que lo llevó a terminar contigo. Esa necesidad de respuestas te atrapa y no te permite avanzar.
También resulta muy dañino seguir pendiente de su vida. Fíjate que sabes que se casó, como bien expresas: "siguió su vida". Eso no es para nada sano. Lo que realmente puede ayudarte en este proceso es hacer lo contrario a lo que vienes haciendo:
Deja de entrar a sus redes.
No permitas que amigos te hablen de su vida.
Evita lugares, eventos o circunstancias que te conecten con él.
Aceptar es clave: te toca cuidarte y asumir que no tendrás todas las respuestas sobre por qué se fue. Quizá nunca lo entenderás, y está bien. Deja de romantizar e idealizar lo vivido, porque en definitiva no fue tan mágico como lo piensas; la prueba más clara es que hoy no están juntos.
Es momento de conversar con esos pensamientos que te dicen "se me dificulta olvidar" y reemplazarlos por otros más realistas y sanos, como:
"Merezco algo mejor."
"El otro tomó una ruta diferente."
"Soy más que esa ruptura."
No se trata de repetírtelo mecánicamente, sino de entenderlo y asumirlo de verdad.
Finalmente, ayúdate ampliando tu círculo social. Conocer nuevos grupos y amistades donde nadie te pregunte sobre esa relación pasada te dará aire fresco y nuevas experiencias que te recuerden que la vida sigue.