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El subsidio a la migración laboral

Las remesas y los subsidios estatales generan un salario de reserva alto en relación a la remuneración promedio, propiciando la inmigración laboral

Existen posturas opuestas sobre la migración laboral que sostienen empresarios de los ramos como la construcción y la agropecuaria, quienes argumentan que la mano de obra importada es indispensable, versus historiadores y oficiales públicos preocupados por las implicaciones socioculturales, presupuestarias, y crecientemente, políticas, de este fenómeno.

En R.D. en los ramos de agropecuaria y construcción acaparan el 15.4 % de los ocupados con salarios promedios de RD$17,863 y RD$31,321 respectivamente. La agropecuaria ostenta el menor de todos los ingresos laborales, como así la construcción en sus deciles más bajos. Los patronos alegan no encontrar trabajadores nacionales dispuestos para tales labores. Cabría aclarar que, a estos salarios, pues en economía todo es cuestión de incentivos.

Se llama salario de reserva al salario mínimo que motiva a una persona en edad laboral a invertir tiempo y esfuerzo en un empleo. ¿Cuáles factores contribuyen a este? En R.D. habría que tomar en cuenta las remesas y los beneficios sociales estatales.

Con respecto a las remesas, datos del BCRD indican que la cantidad de transacciones en 2023 fue de unas 2.86 millones de operaciones mensuales. La remesa promedio en enero 2024 fue de USD$264.3 equivalente a RD$15,473.1. Este monto rivaliza con el salario agropecuario de RD$17,862.

Para 2024 el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPYD) estimó que había unos 4.2 millones de hogares de los cuales 673,739 (15.8 %) vivían en condiciones de pobreza monetaria general. Esto así, los envíos mensuales de remesas sobrepasan la cantidad de hogares en pobreza monetaria y abarcaría a hogares con niveles de ingresos medios.

Asumiendo que hay pocos receptores con múltiples envíos, los datos implican que casi dos tercios de los hogares dominicanos reciben remesas mensualmente. Dado que el salario promedio es de unos RD$27,000, la remesa típica representa una entrada equivalente al 50 % de la remuneración promedio en el mercado laboral dominicano.

Datos sobre la distribución geográfica de los receptores de remesas indican que la proporción de remesas destinadas al Distrito Nacional y Santo Domingo aumentó de 18.9 % del total remesado en 2010 a 44.5 % en enero 2024. Santiago pasó del 4.9 % al 13.6 % mientras que las demás provincias redujeron su participación de 77.1 % del total remesado a solo el 41.9 %. Esto indica que el destino de las remesas es crecientemente urbano.

Lo anterior explicaría la resistencia a laborar en el sector agropecuario, tanto por su ubicación como por la baja remuneración relativa al salario de reserva. En el caso de la construcción, parte del desincentivo son las condiciones de trabajo en relación con actividades urbanas de servicios.

Adicionalmente, habría que sumarle al salario de reserva por remesas los programas de asistencia estatales a cerca de la mitad de los hogares tales como Aliméntate (RD$2,000), BonoGas (RD$470) BonoLuz (RD$703) y el subsidio a derivados del petróleo para los hogares de menores ingresos (RD$672) para una entrada adicional de RD$3,845 mensuales, lo que rendiría un salario de reserva de RD$19,318 mensual para una mayoría de los hogares dominicanos.

Este salario de reserva relativamente alto propicia la inactividad de los beneficiarios y obliga a las empresas a la contratación de personal con un salario de reserva cercano a cero, solucionando un escollo laboral, pero generando implicaciones complejas en muchos otros ámbitos. EE. UU. reporta un envejecimiento de los propietarios de explotaciones agrícolas y se pregunta por su reemplazo. En R.D. hay que preguntarse por las implicaciones migratorias y el conocimiento que sostendrá la autosuficiencia alimentaria.  

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Economista Senior de firma Intelligent Economics.