¿Era el Foro Público una red social trujillista?
El chismógrafo del régimen, así funcionaba el Foro Público de Trujillo

Uno abre las páginas de las redes sociales y se entera de un gran número de noticias. Si hubiéramos existido en la era de Trujillo, nos hubiéramos enterado de las noticias del Foro Público. El fenómeno se plantea desde el punto de vista de la lectura. Pero, ¿el Foro Público guarda algún parecido con Instagram, Facebook o X? ¿Podemos comparar aquellas páginas con lo que hoy usamos a diario: estas páginas virtuales donde ponemos fotos y escribimos pequeños párrafos?
El Foro Público podía leerse en las páginas del periódico El Caribe y era un total prontuario de chismes de diversa índole. Era un conjunto de cartes que depositaban atentos lectores, aunque lo que allí se dijera fuera en contra de las normas morales de todo el mundo y todo se convirtiera en un estercolero.
Hay que reconocerlo desde la óptica contemporánea: el humor puebla las redes sociales. Se tiende a lo frívolo; por ejemplo, las últimas noticias de una actriz de Hollywood que podemos considerar una mujer muy bella. Decían algunos: la noticia de hoy es suplantada por otra, y así ad infinitum. Esto no es malo desde una óptica hermenéutica y con la vista puesta en el devenir de la existencia. Es la vieja ley de Heráclito de Éfeso: todo cambia, nada permanece igual. Es de entender que en la era de Trujillo, como en otros tiempos, siempre se tuvieran noticias que comunicar a la población. Los canales por medio de los cuales el gobierno de Trujillo llegaba a los dominicanos eran varios.
Trujillo es el tema nodal de esta nota. Porque de cierto digo que, en la década de los noventa, en una biblioteca familiar encontré un libro titulado Pensamientos a Trujillo. La loa y el ditirambo eran elevados a tema nacional: alguno podría decir que eran las redes sociales de entonces. De vivir en esta época, Trujillo, de seguro, haría como hizo Trump: crear su propia red, y lo secundarían Angelita, Flor de Oro, Ramfis y un Porfirio Rubirosa que quizá postearía fotos de sus hazañas en París.
Como muestran las fotos, a Trujillo le gustaba el aparataje: el 2 de junio de 1954 se fue a España para participar en un encuentro con Francisco Franco, el generalísimo español. Usó un sombrero característico, el bicornio emplumado, aunque no sabemos si se lo recomendó Logroño o Manuel de Moya Alonzo: habrá que hacer una encuesta entre conocedores locales.
Como detalle que puede ser interpretado como una memoria accesoria, pero que interesará a otros, es que los militares españoles le regalaron al dictador dominicano una pistola de 9 milímetros y unos prismáticos. Sería interesante, solo por curiosidad académica y escritural, iniciar una investigación para saber a dónde fueron a parar estos regalos españoles. No sabemos si en los museos criollos tienen los objetos que pertenecieron al llamado Jefe, incluyendo la famosa pistola de la que hablamos más arriba. Tampoco sabemos si, en la noche del 30 de mayo, el arma que Trujillo sacó era esa pistola o era otra. Aquello de que el dictador le dijo a su chofer, «Vamos a pelear», es una especie de fábula que ha sido desmentida por los historiadores.
La pregunta que sirve de título a este artículo no puede ser mejor: no se puede hablar de que el Foro Público era una red social porque la concepción de esta implica lo digital, y no es lo mismo; se requiere la interacción de la gente. Pero de que hubo mucha información, la hubo. En el caso del libro mencionado, Pensamientos a Trujillo, este tenía un grosor considerable, algo así como el tamaño de la novela de Marcel Proust: más de 600 páginas.
Según Lipe Collado, máxima autoridad en el tema del Foro Público, este era un canal de vejaciones, denuncias, acusaciones, informaciones, opiniones, revelaciones y exhortaciones contenidas en los miles de cartas hechas llegar a la redacción del periódico, en las que se destacaba «la difamación, injuria, provocación, agitación y chismografía, de la más barata y de la más cara». Según la IA, el foro se utilizaba para intimidar a posibles disidentes y mantener un clima de miedo y obediencia hacia el régimen. Las amenazas eran presentadas de forma anónima, a menudo utilizando un lenguaje duro y amenazante. Esta práctica contribuyó a consolidar el poder de Trujillo y a silenciar cualquier voz disidente dentro de la sociedad dominicana.
Prueba del ansiado figuró que se quería en aquella época es que Trujillo ansiaba una foto con Franklin Delano Roosevelt; pero, según un connotado intelectual criollo, esto nunca se dio porque nunca se juntaron, aunque tenemos el dato y también las fotos de Eleanor Roosevelt, que sí vino a San Pedro de Macorís un 8 de marzo de 1934 y recorrió la zona del río Higuamo, acompañada del infaltable Logroño.