×
Compartir
Versión Impresa
versión impresa
Secciones
Última Hora
Podcasts
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Juegos
Herramientas
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Redes Sociales

US$70,000 en tres o cuatro días para seguir evangelizando

La fe digital: US$70,000 recaudados en tres días para seguir evangelizando online

Expandir imagen
US$70,000 en tres o cuatro días para seguir evangelizando
Evangelizando entre lujos y conferencias: la contradicción del mensaje
(ARCHIVO.)

Hace unos días, el pastor dominicano Miguel Núñez, vicepresidente de Coalición por el Evangelio, hizo un llamado en redes sociales para conseguir 70,000 dólares.

"Tenemos una necesidad real, pero urgente, de poder levantar 70,000 dólares en los próximos tres o cuatro días", anunció el pastor.

Hoy, viernes 13 de junio, anunciaron que se alcanzó la meta.

Este dinero, según se explica en el vídeo, estará destinado a mantener viva la labor de Coalición por el Evangelio, que ha ayudado a cientos de miles de personas a conocer mejor el mensaje de Dios. Hasta aquí, bien.

Sin embargo, el modo de animar a la gente a donar es algo que necesita una revisión. En primer lugar: ¿por qué no se especifica el uso que se le dará a esos 70,000 dólares? No es una cifra pequeña y la transparencia, cuando se trata de la religión, es aún más esencial. ¿Por qué es urgente? ¿Qué gastos concretos se cubrirán? ¿Cómo se gestionará el dinero? No es una forma adecuada de pedir 70,000 dólares.

Me planteo otra pregunta: ¿por qué los pastores que piden dinero se pasan el año viajando, en cruceros, durmiendo en hoteles, y luego se necesita una donación de tal calibre? ¿El dinero está bien repartido en la misión de la iglesia? ¿De verdad una iniciativa cristiana necesita tanto dinero de repente? Todo es cuestionable, sin lugar a dudas. Parece que el dinero en algunas iglesias evangélicas se gestiona mal. Se gasta mucho y, cuando falta, se pide. Las iglesias no ajustan sus gastos a lo que tienen, sino a la inversa.

Los viajes y las conferencias, cada año, mueven miles y miles de dólares. Todo el mundo lo sabe. Hay una red de "viajes pastorales" que comunica toda América, donde se gasta muchísimo dinero en vuelos, comidas, hoteles... con el pretexto de la evangelización. A estas alturas de la película, con los avances tecnológicos, ¿hace falta que un pastor dominicano o colombiano vaya a Estados Unidos a dar una conferencia? En fin... aquello que decían de "el negocio de la fe".

No dar detalles sobre el destino del dinero es abusar de la confianza de los creyentes. Hacer la petición vistiendo una chabacana que fácilmente puede rondar el sueldo mínimo del país no está mal, pero es irónico, por lo menos, teniendo en cuenta todo lo anterior.

Pero lo más preocupante no es eso. Porque, aunque sea un error no especificar dónde va el dinero, Coalición por el Evangelio ha dado buenos frutos y no habría motivo para desconfiar, ¿no? Miles de personas fortalecen su fe con esa herramienta. Yo mismo la he usado. Lo más preocupante —y creo que es una lacra en muchas iglesias evangélicas— es la forma de pedir el dinero. El tono. Me explico.

En el vídeo, el pastor dice: "Nosotros confiamos en Dios, confiamos en su provisión, en su fidelidad". "Sabemos que el pueblo de Dios responde cuando Dios mueve sus corazones".

Parece un mensaje sencillo, pero hay algo extraño detrás. Primero se hace referencia a que Dios es fiel y luego se dice que el pueblo de Dios responde cuando Él mueve sus corazones. Es decir, ¿el que no dona es porque Dios no mueve su corazón? ¿Acaso somos jueces de cuándo Dios mueve el corazón de cada persona? Parece que conocemos más a Dios que a nosotros mismos o a los demás. Es una forma sutil, pero eficaz, de jugar con Dios, los corazones y su voluntad.

Acto seguido, el pastor dice: "Yo quiero invitarte a que puedas buscar el rostro de Dios en oración y ver si Dios te mueve a ser también generoso con Coalición por el Evangelio".

¿Entonces ver el rostro de Dios significa ser generoso donando? Es una invitación muy apetitosa, también muy condicionante. "A ver si Dios te mueve también a ser generoso". Esa es otra forma de manipular a las personas. Si donas, Dios te está moviendo en generosidad. Si no donas, ¿no?

Esta forma de condicionar el mensaje, a mi parecer, es poco honesta. ¡Con lo sencillo que es decir lo siguiente!: "Necesitamos esta cantidad de dinero por este motivo y lo destinaremos a esto y lo otro. Agradecemos a quienes puedan colaborar donando y orando para que sigamos manteniendo viva la coalición..." ¡Sin mencionar lo que Dios hace o deja de hacer en el corazón del otro si hace esto o aquello! Este tipo de manipulación sutil es muy común en las iglesias protestantes. Algunos líderes se ponen la máscara de Dios y hablan con disyuntivas peligrosas, como lo siguiente:

"Yo espero que podamos conocer al final de estos días críticos si está Dios con nosotros o no".

Muy interesante. Con ese mensaje final, el pastor da a entender que si consiguen recaudar los 70,000 dólares, Dios está con ellos, pero si no lo logran, Dios no lo está. ¿Acaso el dinero determina si Dios está con alguien o no? Evidentemente no funciona así, y ellos lo saben. Sin embargo, decirlo así es mejor para condicionar al creyente para que done.

En un país donde un gran porcentaje de la población vive con muy poco, rozando la pobreza, y muchos otros viven en condiciones deplorables, resulta curioso ver que alcanzar 70,000 dólares determine si Dios está contigo o no.

Muchas iglesias, por desgracia, han adoptado un enfoque materialista, donde la venta de libros, conferencias, talleres y conciertos se han convertido en el enfoque principal, y a pesar de todo ello se sigue pidiendo dinero.

No es algo nuevo que algunas iglesias protestantes, a la hora de animar a colaborar, usen mensajes sesgados en los que se juega intencionadamente con lo que hay o deja de haber en el corazón de los fieles. Esta forma de hablar, que es muy común en los cultos, no deja de ser una forma de jugar a ser Dios. Respeten a Dios y respeten a los creyentes, que no somos ingenuos.

TEMAS -

Periodista español y escritor. Se graduó en la Universidad de Navarra.