El 18 Brumario dominicano

Después del 31 de mayo de 1844, cuando parte de la oficialidad del ejército solicitó ascensos para varios patriotas, el sector conservador captó de inmediato el alcance del fino movimiento de piezas que hacían los trinitarios en el tablero político en un esfuerzo para fortalecer su partido y, sobre todo, colocar sus hombres claves en posiciones relevantes dentro de la estructura militar y política del naciente Estado. Por tal motivo, la Junta Central Gubernativa sencillamente rechazó la referida petición argumentando que en las circunstancias imperantes tales ascensos eran innecesarios.

No obstante, la estrategia trinitaria no detuvo el curso de las gestiones proditorias del partido afrancesado y, hacia  el 1º de junio, el Gobierno nueva vez solicitó la protección económica y militar de Francia bajo el alegato de que solo de esa manera la República Dominicana podría mantenerse indemne de las agresiones haitianas.

En la nueva comunicación a Saint Denys la Junta reiteró que desde hacía dos meses había propuesto la concertación de un tratado entre Francia y República Dominicana para impedir "toda invasión de parte de la Republica haitiana". La joven República, se sostenía en la carta, había  "logrado que esos opresores evacuasen [el territorio] enteramente...," merced a sus propios recursos y a la intervención de la Divina Providencia, por lo que necesitaban ayuda foránea.

Se ha sostenido, y es cierto, que tanto Sánchez como Duarte firmaron esa comunicación, cuya autenticidad -dicho sea de paso- ha sido puesta en dudas debido a que se desconoce el texto original. Entonces, es lícito concluir que ambos próceres en modo alguno transigieron frente a los afrancesados, sino que, al  estampar sus firmas en la referida misiva, aplicaron una táctica dilatoria de coyuntura a fin de ganar tiempo y continuar con sus planes para derrocar el gobierno conservador.  

Fue así como el 9 de junio Juan Pablo Duarte convocó a la superioridad militar de su partido a una reunión, en la fortaleza de Santo Domingo, en el curso de la cual se acordó proceder manu militari para tomar control de la Junta Central Gubernativa. Francisco del Rosario Sánchez fue designado presidente, y Pedro Alejandrino Pina, Manuel María Valverde, Juan Isidro Pérez y el propio Juan Pablo Duarte, en calidad de miembros.

Una de las primeras medidas del gobierno de los trinitarios fue disponer el apresamiento de los principales cabecillas del partido afrancesado y, en ese sentido, instruyeron a dos oficiales para que ejecutaran la orden. El historiador García dice que "sea que los términos inconvenientes en que [fueron impartidas las instrucciones], "causaron mala impresión al general Sánchez, que no habría deseado ir tan lejos", lo cierto es que cuando los oficiales se dispusieron a arrestar a Buenaventura Báez, Manuel Joaquín del Monte y otros, ya estos se había ocultado en el consulado de Francia.

El cónsul francés nunca ocultó su aversión hacia los trinitarios, especialmente contra Duarte. Incluso, llegó al extremo de equiparar el putsch del 9 de junio con el cuartelazo protagonizado por Napoleón Bonaparte contra el Directorio, el cual, conforme al calendario republicano, se conoce como el 18 Brumario de 1799.

Pues bien, según Saint Denys, con el levantamiento trinitario del 9 de de junio de 1844 los dominicanos tuvimos "una especie de 18 Brumario, preparado por mucho tiempo en la sombra... [fruto] de acciones más comprometedoras y audaces" llevadas a cabo por el partido de Duarte y de Puello.

Juan Daniel Balcácer

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Historiador y ensayista. Especialista en historia dominicana.