Tres preguntas
El caso del Jardín Botánico, Magín Díaz y el castigo físico en el Código Penal
1. ¿Convenció la explicación? Terminado el suspense: el Jardín Botánico no se cercena pero se toma el margen. La acera es parte del Jardín; es lo que las zonas de amortiguamiento son a las áreas protegidas. Un breve respiro que separa el Botánico, su fauna y flora, del pandemonio de la avenida de Colombia. Pero reconozcamos la ganancia. En este caso compensa perder una acera si se logra la solución vial que se presentó. Ayuda saber que el ministro de Obras Públicas al cargo es el Ingeniero Eduardo Estrella, a quien se le recomienda afinar la comunicación. Como presidente del Senado cuidó mucho ese aspecto y le fue muy bien.
2. ¿Cayó bien el nombramiento de Magín? Sí, ha caído muy bien. Por lo menos entre los que tienen los deberes hechos. Los sospechosos habituales... no están tan contentos. Magín Díaz tiene el respeto del empresariado serio y se le reconocen imparcialidad y muy buena formación. En ese puesto, eso es una reputación AAA+. Además, circula una entrevista en la que se mostraba dispuesto a revisar el anticipo en su actual modo. Ayudaría a las pyme repensar ese punto en un momento de estancamiento económico. Le toca además pilotar la fusión de los ministerios de Economía y Hacienda. Será un superministro.
3. ¿Una bofetada a tiempo...? Conani y GANA advierten del riesgo de no establecer prohibición expresa sobre el castigo físico en el ámbito familiar en el Código Penal. Los defensores de "una bofetada a tiempo..." esgrimirán sus razones, pero en este tema es mejor pasarse de frenada. Todavía se reportan casos espeluznantes de niños con las manos quemadas y castigados sobre piedras al sol... Para ser realistas hay que asumir que la cultura del castigo físico es demasiado fuerte. La ambigüedad en este caso puede entenderse como permiso.