Faltan ganas
Cotizar más no es opción para quienes apenas sobreviven
Las 25 propuestas de las AFP para reformar el sistema de pensiones son un paso. Todos sabemos que es indispensable que funcione pero una de las piedras en el camino hacia una reforma que lo garantice... es que nadie le pone muchas ganas.
Resumiendo: las pensiones son bajas porque la cotización se queda corta y el sector informal es demasiado grande todavía. Las AFP van bien.
Los afiliados no van a aumentar voluntariamente sus aportes para asegurarse una pensión mayor: si los sueldos dan (cuando dan) justamente para llegar a fin de mes, sacar más dinero para una jubilación futura no parece viable. Ni firmarán por retrasarla cinco años.
Las AFP no van a facilitar que sus ganancias disminuyan para repartir más entre sus clientes. Ni tienen mucho rejuego para invertir los fondos que sus cotizantes entregan cautivos cada mes.
El gobierno contribuye a la debilidad del sistema con la multiplicación de los planes de pensión de instituciones centralizadas y autónomas, que extraen un buen número de cotizantes al sistema general. El plan de retiro para fiscales el último en anunciarse.
Hay puntos interesantes. Tratándose de fondos de pensiones privados, sería injusto que el afiliado no pudiera llevarse sus ahorros cuando quisiera, emigrante, incapacitado total o jubilado sin más. No es dinero público, son empresas privadas. "Incorporar a los informales" parece un relleno: hay tantos trabajadores que no pueden formalizarse como informales que no ven ventajas en pasarse al equipo de los contribuyentes.
Así que si los cotizantes no quieren dar más, más del 55% de la fuerza laboral es informal, las AFP no van a ser generosas a la hora de pagar mejor y el gobierno estorba... no queda mucho margen de maniobra. Pero todos entienden que es esencial que el sistema se mantenga y refuerce.