El Senado australiano censura a una senadora aborigen por increpar al rey Carlos III
La censura parlamentaria es un acto legislativo que permite reprobar las acciones de un congresista o senador, pero que no supone la destitución o suspensión
El Senado de Australia aprobó este lunes una medida de censura contra la senadora aborigen Lidia Thorpe por increpar al rey Carlos III por el legado colonial y el "genocidio" de los indígenas durante una ceremonia en el Parlamento el 21 de octubre pasado.
La iniciativa de censura, que fue aprobada por 46 votos a favor y 12 en contra, condena la "irrespetuosa y perturbadora" intervención desafiante de Thorpe contra el Carlos III, jefe de Estado de Reino Unido y Australia, según publicó hoy la cadena pública australiana ABC.
La censura parlamentaria es un acto legislativo que permite reprobar las acciones de un congresista o senador, pero que no supone la destitución o suspensión.
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Tras la censura, Thorpe, quien no estuvo presente durante la votación, dijo a periodistas en Camberra que volvería a desafiar a la monarquía de ese modo, al tiempo que afirmó que la moción de censura de hoy "le importa un bledo".
"Si el rey colonizador volviera a venir a mi país, a nuestro país, volvería a hacerlo. Y seguiré haciéndolo. Me opondré a la colonización en este país. Juro mi lealtad a los verdaderos soberanos de estas tierras, los pueblos originarios son los verdaderos soberanos", precisó la senadora aborigen independiente.
La senadora aborigen Lidia Thorpe, férrea defensora de la soberanía de los indígenas de su país, captó la atención mediática internacional cuando el pasado 21 de octubre le gritó al rey Carlos III "devuélvenos nuestra tierra (...) lo que robaste a nuestro pueblo" y "que se joda la colonia".
"No eres nuestro rey", le gritó entonces Thorpe a Carlos III, quien realizaba junto a la reina Camila una gira por Australia y Samoa entre el 18 y 26 de octubre.
También condenó ese día el "genocidio" que se cometió contra los pueblos originarios de Australia, así como el expolio de "huesos, cráneos" y el robo de los bebés indígenas.
La senadora, cuya intervención causó el malestar entre los políticos y los defensores de la monarquía, también exigió que Australia tenga un tratado con los indígenas, que representan el 3,8 por ciento de los 27 millones de australianos y que ha sido discriminado sistemáticamente desde la colonización británica.
Australia, un país que mantiene un sistema monárquico constitucional con democracia parlamentaria desde que se convirtió en un estado federado, aún mantiene al monarca británico como su jefe de Estado.
Australia celebró en 1999 un referéndum para decidir si se convertía en república, pero ganó el no, y el año pasado otro para el reconocimiento de los derechos indígenas que también fue rechazado por la mayoría de los votantes.