Ucrania pide justicia al conmemorar a los 53 soldados asesinados en cautiverio ruso
La conmemoración a la tragedia coincidió con un nuevo ataque aéreo ruso contra una prisión en la región ucraniana de Zaporiyia

Ucrania exigió este martes justicia al cumplirse el tercer aniversario de la masacre de Olenivka, donde más de 50 prisioneros de guerra, todos del regimiento Azov, murieron mientras estaban en cautiverio ruso, en lo que las familias y defensores de derechos humanos consideran un asesinato deliberado, cuyas circunstancias completas aún se desconocen.
"Pedimos a la Corte Penal Internacional (CPI) que emita órdenes de arresto contra todos los responsables, desde los autores directos hasta los mandos rusos que ordenaron y encubrieron este crimen", escribió en X el ministro de Exteriores de Ucrania, Andrí Sibiga, mientras se celebraban actos conmemorativos en toda Ucrania entre el lunes y este martes.
La conmemoración a la tragedia coincidió con un nuevo ataque aéreo ruso contra una prisión en la región ucraniana de Zaporiyia, en el sur del país, que dejó 17 presos muertos.
Irina Novosiadlo, representante de las familias de los soldados de Azov en Leópolis, dijo a EFE que no se ha logrado ningún avance en la investigación, ya que Rusia bloqueó unas pesquisas independientes al negar el acceso al lugar de la masacre en Olenivka a una comisión creada por la ONU.
"Conocemos los nombres de los involucrados y estoy segura de que enfrentarán la justicia tarde o temprano", dijo durante un acto en el museo 'Territorio del Terror' de Leópolis, donde veteranos, familias y otras personas se reunieron para conmemorar a las víctimas.
"Por ahora, nuestra prioridad es asegurar que el mundo no lo olvide", subrayó.
Una noche de horror
En la noche del 28 al 29 de julio de 2022, varias explosiones sacudieron un barracón en el campo de prisioneros de Olenivka, controlado por Rusia, en la región oriental de Donetsk, donde se encontraban cientos de soldados capturados del regimiento Azov.
Estos combatientes se habían rendido tras casi tres meses de asedio en Mariúpol, obedeciendo órdenes del presidente Volodímir Zelenski, con la expectativa de que fueran tratados conforme al Convenio de Ginebra relativo a los prisioneros de guerra y eventualmente intercambiados por prisioneros rusos.
En cambio, 53 murieron y 150 resultaron heridos cuando un incendio consumió sus dormitorios mientras dormían.
Según una declaración de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, el daño probablemente fue causado por un proyectil disparado desde territorio controlado por Rusia.
Un análisis interno de la ONU —basado en entrevistas con 55 prisioneros liberados, 70 imágenes de fuentes abiertas y 20 declaraciones oficiales rusas— descartó el uso de misiles HIMARS por parte de Ucrania, como había alegado Rusia.
Sobrevivientes liberados posteriormente en intercambios de prisioneros también destacaron que los guardias rusos y los responsables del campo se negaron durante horas a extinguir el fuego o brindar atención médica a los heridos, a pesar de tener los recursos, lo que provocó más muertes.
"Fue un asesinato cínico", declaró a EFE Oleksandr Shandro, un soldado de Azov que soportó dos años y medio de abusos en cautiverio ruso.
Cree que la masacre de Olenivka y el trato cruel a los prisioneros ucranianos buscan infundir miedo y desalentar el alistamiento militar en Ucrania en medio de los esfuerzos de movilización.
Unos 800 soldados de Azov siguen en manos de Rusia, que considera terrorista a esta unidad de la Guardia Nacional ucraniana.
Solo unos pocos han sido incluidos en intercambios de prisioneros y quienes han regresado relataron a EFE abusos generalizados, mientras que otros enfrentan largas condenas en cárceles rusas.
"Cada día en cautiverio representa un alto riesgo de no regresar en buenas condiciones, o de no regresar nunca", dijo Shandro, quien pidió más esfuerzos internacionales para traer de vuelta con vida a los prisioneros.
Dolor y esperanza
Irina Novosiadlo, cuyo hijo fue uno de los cautivos en Olenivka y sobrevivió a la masacre, recordó la angustia de buscar información de fuentes rusas en internet en los días posteriores al ataque.
"Moríamos con cada apellido de las víctimas que encontrábamos", afirmó ante el público en la conmemoración de Leópolis, antes de encender velas frente a los retratos de las víctimas.
"Son esperanzas quemadas, vidas quemadas y un dolor insoportable. Pero Olenivka no es solo recordar la ejecución de soldados ucranianos: también es un símbolo de esperanza y verdad", expresó.
"Creo que Ucrania será liberada y todos los que torturaron a nuestros soldados y cometieron estos crímenes serán castigados", enfatizó.
El solado Shandro también mantiene firme su fe en la victoria de Ucrania, pese a su experiencia en cautiverio ruso.
"La única forma de perder es si los rusos nos destruyen a todos. Los ucranianos no somos un pueblo que se arrodille", aseguró.