Exministro de Transporte ruso aparece muerto horas después de ser destituido por Putin
Roman Starovoit, exgobernador de Kursk, fue hallado con un disparo en la cabeza tras su salida del gabinete

Roman Starovoit, exministro de Transporte de Rusia, fue encontrado muerto este lunes en un automóvil privado en la región de Moscú, pocas horas después de haber sido destituido de su cargo por el presidente Vladímir Putin.
Según indica RT citando al Comité de Investigación de Rusia, el cuerpo presentaba una herida de bala en la cabeza y los indicios preliminares apuntan a un suicidio.
Starovoit, de 53 años, había asumido el ministerio en mayo de 2024, tras servir como gobernador de la región de Kursk, fronteriza con Ucrania.
Su repentina salida del gabinete y su posterior muerte ocurrieron en medio de una investigación por corrupción a gran escala relacionada con la construcción de estructuras defensivas desde el inicio del conflicto ruso-ucraniano en 2022.
En la mira por corrupción en Kursk
De acuerdo con el medio ruso RBC, Starovoit estaba bajo presión tras el arresto de más de 20 personas vinculadas al presunto desvío de fondos públicos destinados a obras de defensa en Kursk. Entre los detenidos se encuentran su exvicegobernador, Aleksey Dedov, y su sucesor en el gobierno regional, Aleksey Smirnov.
Las fuentes citadas por RBC aseguran que Starovoit sería interrogado en breve por las autoridades, ya que las construcciones militares comenzaron durante su gestión. Un funcionario federal declaró al medio que "dependía de lo que dijeran los arrestados. Él iba a ser, como mínimo, testigo... o bien ignoró lo que ocurría, o lo encubrió".
Un informante cercano al Kremlin aseguró que las fuerzas del orden ya tenían programado interrogarlo en el marco del caso de corrupción, lo que sugiere que su salida del gobierno pudo haber sido el preludio de una imputación.
Sin declaraciones oficiales del Kremlin
Hasta el momento, el gobierno ruso no ha emitido comentarios sobre la relación entre la destitución de Starovoit y la investigación en curso. La noticia ha generado conmoción dentro de la administración pública rusa, en particular entre antiguos aliados del exgobernador de Kursk, una zona especialmente sensible por su cercanía al frente ucraniano.