La Agencia Espacial Europea busca crear el mapa más preciso de la vía láctea
Gaia descubre galaxias caníbales y nuevos agujeros negros

Actualmente unas 400 personas analizan los datos que recolectó Gaia, la misión de la Agencia Espacial Europea que durante más de una década estuvo en el espacio para crear el mapa de la galaxia más preciso jamás visto hasta ahora. La misión seguirá arrojando descubrimientos hasta 2030.
¿Qué se imaginan cuando pensamos en la vía láctea? ¿Agujeros negros? ¿Colores en medio de la oscuridad? Las imágenes que tenemos actualmente nos dan una idea de un espacio poco conocido por la humanidad, pero Gaia quiere cambiar esto. El principal objetivo de esta misión de la Agencia Espacial Europea es diseñar un mapa de la vía láctea en 3D, el más preciso jamás visto hasta ahora y para ello dedicó casi 11 años a observar cerca de 2 billones de estrellas.
Con Gaia la humanidad da un paso histórico en el conocimiento de los enigmáticos luceros, afirma Pedro García Larido, astrónomo de la Agencia Espacial Europea, uno de los encargados de la misión. "Digamos que lo que hace Gaia es básicamente una especie de Google Maps, pero de nuestra galaxia. Lo que nos interesa es saber la posición con la mayor precisión posible del mayor número de estrellas de la vecindad de nuestro sistema solar. Para ello tenemos un telescopio en órbita y ha estado tomando datos durante casi 11 años. Ahora ya tenemos todos los datos disponibles para procesarlos y obtener este mapa tan preciso de la galaxia", asegura.
García cuenta que este telescopio espacial utiliza la técnica de astrometría, que consiste en medir las estrellas basándose en su órbita, que es una órbita situada a 1.5 millones de kilómetros de la tierra en dirección opuesta al sol.
"Gaia, en su movimiento orbital, realiza el movimiento de traslación alrededor del sol conjuntamente con la tierra, y eso quiere decir que de un extremo a otro de la órbita la posición de Gaia difiere en el doble de la distancia de la tierra al sol, unos 300 millones de kilómetros. Entonces tiene dos puntos de observación. Uno en un extremo de esta órbita y otro 300 millones de kilómetros aparte, y desde esos dos puntos de observación toma la medida de las posiciones de las estrellas, según van pasando por los detectores en un movimiento giratorio del propio satélite", indicó.
Datos de Gaia
¿Pero cómo llegan los datos de un satélite como Gaia, a la Agencia Espacial Europea? Jorge Fauste, el subdirector de la estación de Cebreros, una antena ubicada a unos 77 km de Madrid, indica que los datos llegan vía la antena: "Se comprimen, se transforman, para llevarlos hacia el control de operaciones en Alemania, donde se interpretan para el mantenimiento y operación de las misiones".
La estación de Cebreros, es una de las tres antenas que se dedican a apoyar misiones en el espacio profundo y son tres puntos diferentes del planeta porque deben garantizar la recepción de ondas a medida que la tierra gira alrededor del sol.
"Para el seguimiento de sondas en el espacio profundo necesitamos tres estaciones que den cobertura a todo el planeta, localizando estas estaciones a unos 120° de longitud geográfica, de tal manera que la primera estación que la ESA construyó de espacio profundo fue la de Australia y la siguiente tenía que estar a unos 120° de longitud geográfica respecto a Australia. Entonces esa localización geográfica es justamente donde estamos aproximadamente aquí, en Cebreros, en España, y la tercera pues es a unos 120° entre cebreros y New Norcia, que cae más o menos en Argentina", indica, agregando que con esas tres estaciones casi cubren completamente el planeta.
La creación de un mapa
Gaia ha tenido como principal misión crear un mapa, pero según el astrónomo Pedro García, sus descubrimientos van más allá y ya han mejorado la astronomía en todas las áreas, por ejemplo en la arqueología galáctica: la disciplina que estudia el pasado de las estrellas, que incluyen hasta las que ya murieron.
"Gracias a Gaia, podemos utilizarla como una máquina del tiempo, podemos avanzar en el tiempo y ver dónde van a estar las estrellas dentro de 100,000 millones de años y también retroceder en el tiempo para saber dónde estaban esas estrellas hace miles o millones de años y eso nos permite hacer lo que podríamos denominar arqueología galáctica", apunta García, agregando que si miramos hacia atrás, hemos visto que el pasado de nuestra galaxia ha sido un pasado muy convulso con canibalismo galáctico.
"Es decir, nos hemos tragado otras galaxias menores, aunque han colisionado con la Vía Láctea y ahora reconocemos el efecto de estas colisiones porque nos sorprendemos observando cómo el flujo común de todas las estrellas está perturbado en algunas direcciones", señala.
Además de estas colisiones de galaxia, Gaia también ha encontrado otros descubrimientos que no se esperaban, "Gaia también ha sido capaz de de detectar nuevos exoplanetas y, muy interesante, recientemente también hemos podido detectar un nuevo tipo de agujeros negros que tienen masas intermedias comprendidas entre unas 10 veces la masa del sol y unas 40 o 50 veces la masa del Sol", añade García, aclarando que este descubrimiento es uno de los últimos que estaban en la lista de lo que no nos esperábamos encontrar".
Big Data
Gaia es considerada una de las primeras misiones de la Agencia Espacial Europea donde se ha hecho uso del Big Data, a tal punto que, cuando fue lanzada, en 2013, sus científicos no tenían muy claro cómo iban hacer posible esta misión tan exigente en volumen de información.
Pues, hoy en día, analizan 3 millones de líneas de datos, 142 terabytes y el conocimiento de 263,000 millones de tránsitos de estrellas detectados por Gaia, cuenta David Teyssier, científico de operación de la Agencia Espacial Europea.
"Hay que tomar en cuenta que, cuando se desarrolló, obviamente a nivel tecnológico, estábamos muy lejos de lo que permiten hoy en día las computadoras típicamente, pero ya se sabía las cantidades de datos que iba a generar, aunque Gaia ha vivido dos veces más de lo que estaba previsto inicialmente, 10 años en vez de de 5", cuenta Teyssier.
La siguiente publicación de Gaia se espera para 2026 y la última no antes de 2030. Los astrónomos esperan recolectar medidas precisas que les permitan crear ese ambicioso mapa en 3D de la vía láctea, aunque saben muy bien que en esa data hay una infinidad de descubrimientos posibles aún inesperados.