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Papa León XIV
Papa León XIV

¿Qué evoca el nombre León para la iglesia católica?

El primer pontífice estadounidense adopta su nombre para evocar un legado de paz, diplomacia y doctrina social católica

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¿Qué evoca el nombre León para la iglesia católica?
El recién elegido papa León XIV, a la izquierda, antes el cardenal Robert Francis Prevost, se ve junto al arzobispo y maestro de ceremonias Diego Giovanni Ravelli y el ex secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, en la logia central de la basílica de San Pedro del Vaticano, poco después de su elección como 267mo pontífice de la Iglesia católica romana, el jueves 8 de mayo de 2025. (AP FOTO/DOMENICO STINELLIS)

La elección de un nuevo papa siempre despierta atención global, pero cuando el cardenal estadounidense Robert Francis Prevost emergió como el sucesor de Francisco y eligió llamarse León XIV, el gesto fue más que simbólico.

Representó un puente entre el pasado y el presente, un compromiso con el legado de justicia social de la Iglesia y una declaración de principios frente a los desafíos del mundo moderno.

El significado del nombre: un eco de justicia social

El nombre León tiene un peso considerable en la historia de la Iglesia Católica. El nuevo papa, al convertirse en León XIV, se sitúa voluntariamente en la línea de dos de los pontífices más emblemáticos que llevaron ese nombre.

El primero, León I el Magno, fue célebre por su valentía diplomática al disuadir a Atila el Huno de saquear Roma en el siglo V.

El segundo, León XIII, figura central del pensamiento social católico moderno, publicó en 1891 la encíclica Rerum Novarum, en la que abordó temas como los derechos de los trabajadores, el capitalismo y la dignidad humana.

Para muchos observadores, incluido el académico Natalia Imperatori-Lee, el nombre de León XIV señala un claro alineamiento con esos valores: "Es un profundo signo de compromiso con los temas sociales. Está diciendo que la justicia social será una prioridad".

Esta decisión también se percibe como una continuación del ministerio del papa Francisco, centrado en la equidad, el cuidado de la creación y la cercanía pastoral.

La tradición de los nombres papales

Durante siglos, los papas utilizaron sus nombres de nacimiento. No fue hasta el siglo VI, cuando el papa Mercurio, llamado así por el dios romano, cambió su nombre a Juan II, que se dio la primera excepción.

A partir del siglo XI, la práctica de adoptar un nuevo nombre se consolidó, como forma de invocar continuidad espiritual o declarar un propósito particular.

Los nombres más populares en la historia papal han sido:

  •  Juan (23 veces).
  • Gregorio y Benedicto (16 cada uno).
  • León y Inocencio (13 veces). 

Desde san Pedro, ningún pontífice ha adoptado ese nombre, por respeto al apóstol. La elección de León XIV no solo resucita una tradición poderosa, sino que también la renueva con el rostro de un papa norteamericano con raíces criollas.

El papa León XIV: entre América y el mundo

Nacido en Chicago, Robert Francis Prevost, de 69 años, es el primer papa estadounidense en la historia. Agustino de formación, ha dedicado buena parte de su carrera al servicio pastoral en Perú.

Fue obispo de Chiclayo, prefecto del Dicasterio para los Obispos y cardenal creado por el papa Francisco. Su perfil combina una fuerte experiencia institucional con un profundo conocimiento misionero y pastoral.

Prevost es también descendiente de una familia criolla afrodescendiente con raíces dominicanas. Su abuelo materno, Joseph Norval Martínez, era hijo de Jacques Martínez, oriundo de Santo Domingo, y de Marie Rosa Ramos, ambos residentes en Nueva Orleans.

Esta herencia aporta una dimensión cultural y simbólica única a su pontificado, en un momento donde la Iglesia busca reflejar una diversidad más amplia y global.

Un saludo de paz en tiempos convulsos

Desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, el nuevo papa inició su pontificado con las palabras del Cristo resucitado: "¡La paz sea con ustedes!".

Ese mensaje, sencillo y profundamente evangélico, fue un llamado a la reconciliación y a la unidad en un mundo marcado por guerras, injusticias y polarización. Su voz, serena pero firme, resonó entre los fieles de la plaza y millones de personas que seguían la transmisión en todo el planeta.

En suma, el nombre León XIV no es solo una elección histórica, sino un manifiesto de misión. El papa Prevost ha trazado con él la línea que guiará su pontificado: justicia social, diálogo, y paz, inspirados en las figuras de León I y León XIII.

El mundo observa con esperanza cómo el primer papa estadounidense liderará a la Iglesia en esta nueva etapa.

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