La India arma a civiles en la Cachemira ante aumento de la insurgencia
El programa para armar civiles surgió luego de terminar el estatus de semiautonomía de la región en 2019

El Gobierno de la India ha comenzado a dar armas a civiles en Jammu, la zona de mayoría hindú de la disputada región de la Cachemira india, mientras las autoridades buscan poner freno a un aumento de los ataques insurgentes.
El poderoso ministro del Interior, Amit Shah, viajó además este viernes a la región para evaluar las medidas de seguridad, después de que al menos seis personas falleciesen a principios de año en un tiroteo y dos explosiones sucedidas en un espacio de dos días en la misma localidad del distrito de Rajouri, en Jammu.
CIVILES ARMADOS
El Gobierno indio, que dirige directamente la región después de acabar con su estatuto de semiautonomía en 2019, revivió tras los ataques en Rajouri el programa para armar a voluntarios locales por el Ejército conocido como Comités de Defensa de Poblados (VDC, siglas en inglés).
Formados a finales de los años noventa del pasado siglo por el alza de la insurgencia separatista, que busca la independencia de la región o su anexión al vecino Pakistán, este programa fue disuelto durante una reciente época de relativa tranquilidad.
"Después de años de normalidad en la región, las actividades insurgentes han resurgido", constató en una reciente rueda de prensa el inspector general adjunto de Policía de Rajouri, Haseeb Mughal.
Renombrados ahora Guardas de Defensa de Poblados (VDG, en inglés), las autoridades afirman que se trata de activar de nuevo a los antiguos componentes de los VDC.
"Estamos reorganizando y entrenando a miembros de los VDG para prevenir nuevos ataques terroristas", dijo Mughal.
Otros distritos de Jammu, la división de mayoría hindú frente a la mayoritariamente musulmana Cachemira, están viendo también una reactivación de estos grupos de civiles armados con rifles automáticos, en la que ya es una de las regiones más militarizadas del planeta.
"El CRPF (Fuerza de Policía de Reserva Central) está entrenando también a los VDG en los distritos de Poonch y Doda", dijo a EFE un oficial de Policía, que pidió el anonimato.
BÚSQUEDA DE SEGURIDAD
Ranjan, integrante de los comités recién formados en el distrito de Rajouri, afirmó a EFE que esta iniciativa "se ha convertido en una necesidad para garantizar nuestra seguridad".
Sus dos yernos se han unido también a los Guardas de Defensa de Poblados en el distrito vecino de Poonch, señaló Ranjan, una de las decenas de personas presentes durante una interacción telefónica que el ministro del Interior mantuvo hoy con los familiares de los fallecidos en los atentados de Rajouri.
Sonu, otro miembro de los VDG, señaló a EFE que los civiles armados están preparados para rechazar cualquier "desventura" del vecino Pakistán.
"Estamos listos para dar una lección a Pakistán, y no vamos a permitir ningún asesinato más aquí", dijo Sonu.
Un funcionario de la administración local, que pidió el anonimato, afirmó a EFE que los voluntarios recibirán una paga de unas 4.000 rupias mensuales (unos 50 dólares).
Dos asesinatos selectivos de civiles más en la Cachemira india, once este mes
Mueren dos civiles en un nuevo ataque selectivo en la Cachemira india
UN LEGADO CONTROVERTIDO
Los VDC originales fueron creados en 1999 para garantizar la "autodefensa" de los habitantes locales frente al aumento de la insurgencia, en una región que Pakistán y la India se disputan desde que alcanzaron la independencia del Imperio británico en 1947.
Sin embargo, sus actividades fueron criticadas por grupos de defensa de los derechos humanos, que responsabilizaron a algunos voluntarios de asesinatos, robos y violaciones.
La decisión de convocar de nuevo a los extintos grupos armados de civiles, aunque sea bajo un nuevo nombre, ha sido criticada en la región.
"Dar armas a habitantes locales de distritos fronterizos contradice las afirmaciones del Gobierno de que hay normalidad en la región", dijo hace unos días a los medios la exjefa de gobierno regional Mehbooba Mufti.
Uno de los argumentos del Gobierno indio para acabar con el estatuto de semiautonomía del antiguo estado de Jammu y Cachemira era precisamente el de traer la "paz y desarrollo" a la región.