¿Qué hace el campeón mundial de "no hacer nada"? Meditar, respirar y dejarse llevar
El reto consiste en sentarse durante 90 minutos sin moverse, sin dormirse, sin hacer ruido y sin mirar el celular

En un mundo obsesionado con la productividad, un campeonato internacional desafía la lógica del rendimiento constante: el Space-Out Competition, una competencia donde el objetivo es precisamente no hacer nada.
El campeón mundial actual es Denis Kwan Hong-Wang, un psicólogo educativo de Hong Kong que ganó la edición de octubre del año pasado. Su experiencia fue publicada por The Guardian este viernes.
El reto consiste en sentarse durante 90 minutos sin moverse, sin dormirse, sin hacer ruido y sin mirar el celular. El evento, ideado por la artista coreana Woopsyang en 2014, nació como una crítica a la presión social por estar siempre ocupado.
"La mayoría de las personas vive día a día sin detenerse. Es como si parar un momento fuera un acto de pereza", explicó Kwan a The Guardian.
¿Cómo se compite en "no hacer nada"?
La competencia se realiza en espacios públicos, como centros comerciales o plazas. Los participantes se sientan en esterillas de yoga mientras el público los observa. Cada 15 minutos, los jueces miden el ritmo cardíaco de los concursantes. Los finalistas son elegidos por los espectadores y el ganador es quien mantenga la frecuencia cardíaca más estable.
"Estos chequeos te ponen nervioso. Notas que el corazón late más rápido, pero lo tomé como una oportunidad para practicar la aceptación: observar esa tensión y no forzarme a relajarme", contó Kwan.
Durante los 90 minutos, su mente vagó entre pensamientos sobre su familia, el viento en los árboles y el zumbido de un ventilador. "Observas esos pensamientos como si fueran nubes que vienen y van", dijo.
El dulce arte de no hacer nada
No es exactamente "hacer nada"
Aunque la competencia se llama space-out ("quedarse en blanco"), Kwan asegura que para él fue lo contrario: un ejercicio activo de mindfulness. "Presté atención a mi respiración, a mi cuerpo, a los cambios en el ambiente. Aunque era un concurso de no hacer nada, estaba practicando activamente la conciencia plena", explicó.
Kwan incluso decidió bajar sus gafas por la nariz para verse más "ensimismado" y permanecer así durante la última hora.
Al terminar la prueba, confiesa que hubiera querido quedarse más tiempo. "Llevo una vida ocupada. Trabajo, estudio y tengo dos hijos de 11 y 9 años. Tener este espacio fue un lujo. A veces pasamos un día entero sin haber parado la mente ni un segundo", relató.
Un trofeo para recordar
El premio que Kwan recibió es una estatua inspirada en El pensador de Rodin. Ahora la tiene en su sala como un recordatorio de que "deberíamos dedicar al menos unos minutos al día a hacer cosas que nos nutran, o simplemente tener el espacio para no hacer nada. Eso es un regalo", afirmó.
Más allá del trofeo, Kwan cree que este tipo de prácticas son necesarias, sobre todo en ciudades como Hong Kong, donde la presión por ser productivo puede generar ansiedad y problemas de salud mental.