La desesperación de las familias de los rehenes israelíes tras meses de espera
En una semana, el ejército israelí anunció la muerte de ocho rehenes que se presumía vivos
"Temía este desenlace, pero me hubiera gustado tanto que terminara de otra forma", dice Avivit Yablonka, minutos antes del inicio de los funerales de su hermano Hanan, cuyo cuerpo fue traído el viernes de Gaza después de 230 días en manos de Hamás.
Hanan Yablonka, de 42 años, fue asesinado el 7 de octubre cuando trataba de huir del festival de música Nova, donde comandos de Hamás mataron a 364 personas.
En una semana, el ejército israelí anunció la muerte de ocho rehenes que se presumía vivos: cinco israelíes, dos tailandeses y un franco-mexicano, y trajo a Israel los cuerpos de siete personas, cuyos restos estaban retenidos desde el 7 de octubre en Gaza.
Decenas de familiares y allegados de los rehenes se congregaron frente a la casa de los padres de Hanan Yablonka para una marcha silenciosa en la que participaron miles de personas hasta el cementerio de Kyriat Shaul de Tel Aviv. Tras el vehículo que llevaba el féretro, la muchedumbre, enarbolando banderas israelíes, aplaudía.
"Hay que traer a todos de regreso a casa", dice Avivit Yablonka, que dedica esta marcha a su hermano y pide "la liberación de todos los rehenes".
"Soy optimista, hay rehenes muertos y vivos, todos deben regresar", añade.
"Seguiré sonriendo pese al dolor (...), quiero abrazarte y debo separarme de ti", dijo la mujer, cuando su hermano era inhumado.
El cantante israelí Tamir Grinberg cantó "Coming Home" para "todos los rehenes", antes de que la muchedumbre acompañara al difunto a su última morada.
La guerra estalló el 7 de octubre, cuando comandos islamistas de Hamás mataron a más de 1,170 personas, en su mayoría civiles, en el sur de Israel, según un balance de AFP basado en datos oficiales israelíes.
Los milicianos también secuestraron a 252 personas. Israel afirma que 121 permanecen secuestradas en Gaza, de las cuales 37 habrían muerto.
En respuesta, Israel prometió "aniquilar" a Hamás y lanzó una ofensiva contra la Franja de Gaza, en la cual han muerto hasta el momento 35.984 palestinos, en su mayoría civiles, según el ministerio de Salud del territorio palestino, gobernado por el movimiento islamista.
"No renuncio"
Interrogada por la AFP días antes de que conociera la muerte de su hermano, Yablonka, de 48 años, afirmó que tenía "miedo" de una noticia en ese sentido.
El día anterior estaba en el entierro de Ron Benjamin, que según las informaciones del ejército, fue capturado en el mismo lugar que su hermano.
"Tengo miedo, paso de entierro a entierro, tengo tanto miedo, pero albergo esperanza, no renuncio", declaró.
Padre de dos hijos, Hanan Yablonka jugó de joven en el club de
fútbol Hapoel Tel Aviv, del que siguió siendo hincha.
Su familia no tuvo noticias de éñ desde el 7 de octubre y fue informada de que estaba en Gaza 90 después de su desaparición.
"Creíamos que volverían vivos y regresaron en ataúdes", dijo su hermana.
Yablonka se niega a dejarse llevar por la ira y quiere "creer que el gobierno desea verdaderamente traerlos a todos, aunque haya dificultades en las negociaciones con esos asesinos", y lamenta que ningún ministro o diputado la llamase.
Furia
Por el contrario, Jonathan Dekel-Chen, cuyo hijo Sagi es uno de los rehenes, está indignado. "Mi furia aumenta", dice a la AFP.
"Vemos que no hay ningún avance para los rehenes (...) La sociedad israelí está con nosotros, pero el gobierno no hace lo necesario para traerlos a casa", lamenta este profesor de Historia de la Universidad hebraica de Jerusalén.
Dekel-Chen tiene esperanza de encontrar vivo a su hijo, secuestrado en el kibutz Nir Oz el 7 de octubre, donde estaban su mujer Avittal embarazada y a dos hijas. Ella dio a luz después a una niña llamada Shahar, alba en hebreo.
En ese kibutz, unas 75 personas fueron secuestradas el mismo día.
Cada día, el padre de Sagi dice que se imagina el regreso de su hijo, con sus nietas "Gali, de 3 años, y Bar, de 7 años, corriendo hacia él". Sueña que su hijo "se dirige hacia su mujer Avital y Shahar, la bebé" y por fin puede "abrazarlos y reanudar la vida normal".
"Es mi misión, no me detendré antes de que eso ocurra ", señala.
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