Capturan a "Gabriela", la joven que llevó al sicario que disparó contra Miguel Uribe Turbay
Con las nuevas pruebas y los posibles implicados en el atentado, las autoridades buscan establecer si todos pertenecen a una misma organización criminal

Las autoridades colombianas capturaron a Katerine Andrea Martínez, conocida como "Gabriela", por su presunta participación en el atentado contra el senador colombiano Miguel Uribe Turbay, reportó el medio El Colombiano.
"Yo estaba ahí de pantalla porque me amenazaron", fueron las primeras declaraciones de Katerine, quien fue detenida en el municipio Florencia, de la capital Caquetá, hasta donde habría huido luego del atentado ocurrido el pasado 7 de junio.
Con su captura, ya son tres las personas judicializadas por este crimen que mantiene consternado al país. Y que con el paso de los días la investigación avanza.
La Fiscalía ha logrado importantes hallazgos gracias a los testimonios de los capturados, pero también, y de forma crucial, al análisis minucioso de las cámaras de seguridad de la zona.
Nuevas pruebas
Entre las nuevas pistas figura la posible identificación del llamado "hombre de los zapatos rojos", captado por las cámaras de seguridad en distintos puntos cercanos a la escena del crimen.
Las autoridades creen que se trata de alias El Costeño, un hombre oriundo de la subregión Urabá antioqueño con antecedentes por porte ilegal de armas y hurto agravado.
Su presencia activa en el lugar del atentado, su cercanía con los capturados y el rastro financiero que dejó tras el pago del transporte del joven sicario han sido claves para el avance del caso.
Además, la investigación comienza a revelar algo más inquietante: posibles vínculos con organizaciones criminales de Ecuador. Al parecer, se trata de una operación coordinada que podría tener conexiones con redes de microtráfico y estructuras del crimen transnacional, similares a las que se han documentado en el asesinato del candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio.
Según informaciones, la Fiscalía continúa indagando si El Costeño y alias El Churco, presunto cabecilla operando desde Ecuador, tienen relación directa con la planificación del atentado contra Uribe.
El medio El Colombiano señala que, la recopilación de hechos alrededor de la crianza y el entorno más reciente del menor dan cuenta de otras circunstancias. Unos trágicos primeros años en la vida del joven sicario que replicó su tragedia sobre el senador Miguel Uribe, un hombre del que nunca había oído, que no conocía y a quien, sin siquiera saber cómo era su rostro, le plantó una bala en la cabeza y una en la pierna.
Le bastó con que una asistente a un evento político, donde Uribe hacía campaña, le confirmara, sin prevención, que ese, el que estaba al frente hablando de salud mental, era Miguel Uribe: el hombre al que le habían pedido matar por 20 millones de pesos.
Tras el atentado, intentó huir y, con suerte, quedó vivo pese a que sus cómplices planearon todo para que, al parecer, fuera abatido en el lugar. Contó con suerte de que quienes lo detuvieran fueron escoltas de los líderes políticos presentes en el evento y no una turba de ciudadanos enfurecidos. Haber quedado con vida fue clave.
Gracias a la información que, desde su arresto, ha entregado a las autoridades, otras dos personas han sido capturadas y se conocen al menos los alias de otros posibles participantes, a quienes ya les siguen el rastro.
Por el momento, además del joven, han sido judicializados Carlos Eduardo Mora González, conductor del vehículo que transportó el arma homicida, y Katerine Andrea Martínez, una muchacha de 19 años, quien al parecer iba en el vehículo que transportó el arma de fuego.
Lo que se sabe de los sospechosos capturados
"Gabriela"
Hasta Florencia (Caquetá) intentó escapar Katerine Andrea Martínez, conocida como "Gabriela", oriunda de Soledad, un municipio colombiano del departamento del Atlántico. Supuestamente era modelo webcam y se cambió el color del pelo para no ser reconocida por las autoridades. Martínez habría pedido el servicio de moto para trasladar al joven sicario de 15 años hasta Modelia, el barrio donde ocurrió el hecho.
Según las pruebas que tienen las autoridades, "Gabriela" fue la misma mujer que se bajó del carro Spark gris que aparece en varios videos revelados por Noticias Caracol.
En ese vehículo, el joven recibió el arma Glock con la que le disparó a Miguel Uribe, y que lo tienen luchando por su vida en una UCI en la Fundación Santa Fe de Bogotá.
Al momento de su captura le incautaron dos celulares de alta gama que están en poder de las autoridades, y un millón de pesos en billetes de $50.000, según parte del expediente revelado por Noticias RCN. La Fiscalía le imputó los delitos de tentativa de homicidio agravado; fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones; y uso de menores de edad en la comisión de delitos.
Los cargos no fueron aceptados. La audiencia de solicitud de medida de aseguramiento en contra de la investigada se realizará el próximo martes 17 de junio. Mientras que, el comunicado de la Fiscalía señala que la mujer tendría además relación con alias "El Costeño" y alias "El Churco", los posibles implicados en el atentado.

Carlos Eduardo Mora González
Es el conductor del Spark gris que recogió en varias oportunidades al hombre que contrató al sicario en un apartamento de Plaza de las Américas, según contó el periódico colombiano El Tiempo. Mora recibía órdenes de El Costeño, que a su vez recibió instrucciones desde Ecuador de El Churco, según la información que él mismo les dijo a las autoridades.
El Churco habría estado involucrado también en el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio en Ecuador, ocurrido en agosto de 2023.
Precisamente, la mujer capturada en Caquetá tendría una relación sentimental con alias El Costeño. A partir de ese rastro, buscan establecer la cadena de órdenes para dar con los autores del atentado.
La Fiscalía dijo que el joven sicario tenía un plan de escape, lo cierto es que en episodios violentos como el asesinato a Villavicencio y el atentado a Uribe, el común denominador es que buscan sicarios que probablemente no terminen vivos. Eso sucedió en el atentado a Villavicencio, donde sicarios colombianos fueron abatidos o, incluso, murieron en circunstancias no esclarecidas durante su reclusión.
"A mí me iban a matar", reconoció el adolescente ante la Fiscalía cuando en su intento de huida, tras dispararle a Miguel Uribe, vio que estaba completamente solo.
Además de los testimonios, la Fiscalía ha contado con más de mil grabaciones de cámaras de vigilancia de la zona que pudieron casi que revelar minuto a minuto el recorrido del sicario desde que se bajó de una moto, al parecer de servicio público de plataforma, hasta su llegada al parque donde atacó al senador.
En ese trayecto, gracias a cámaras, quedaron registrados varios momentos claves y casi que cruciales para la investigación. Por ejemplo, aparece el hombre de los zapatos rojos.
¿El de zapatos rojos es alias El Costeño?
Se trata de un hombre que fue visto en varios lugares de la escena del crimen. Circuló cerca al parque El Golfito, en el barrio Modelia, donde ocurrió el atentado. Este sujeto fue visto por primera vez a las 5:09 de la tarde en el carro Spark gris estacionado a 100 metros del parque. Luego fue identificado mientras descendía del vehículo cinco minutos después.
Llevaba zapatos rojos y no pasaron desapercibidos, además de un pantalón estampado. Así lo evidencian videos de seguridad que también identificaron que a las 5:15 de la tarde el presunto sicario salió del parque y abordó ese Spark por la puerta del copiloto.
A las 5:16 de la tarde, el hombre de los zapatos rojos subió al carro gris y cuatro minutos después, ese vehículo se estacionó a cinco cuadras del parque. El menor señalado de disparar contra Miguel Uribe salió del carro minutos después y era seguido por el hombre de zapatos rojos, pero ya vestido con camiseta blanca y gafas oscuras.
Este sujeto siguió al sicario por varias cuadras en compañía de "Gabriela", hasta que el menor llegó al lugar donde estaba el senador.
Para las autoridades, el hombre de zapatos rojos sería El Costeño. Según trascendió, este sujeto, tendría 41 años y en su contra existe una condena previa en 2011 por hurto agravado y porte de armas de fuego, cumpliendo su pena actualmente en libertad.
Sus antecedentes se revelaron gracias a la información que aportó el hombre de la moto que transportó hasta Modelia al joven sicario. El pago de la carrera habría sido efectuado por El Costeño.
El conductor de la moto
El hombre se presentó voluntariamente ante la Fiscalía. Su imagen dejando en una esquina del barrio Modelia al joven criminal estaba por todas partes. "Me sale una carrera a las 3:11 con el usuario Gabriela. Cuando llego al punto, indico por chat que ya estoy allí y me responden que era para un joven con destino al parque El Golfito", indicó el motociclista a la Fiscalía.
Según su versión, cuando llegó hasta el punto de destino, el menor sicario se mostró extrañado por el lugar y le preguntó dónde estaba. "Él no sabía dónde estaba, no sabía cómo se llamaba el barrio. Me preguntó y yo le respondí que eso era Fontibón", añadió.
"Cuando él se baja, me pide el favor que le escriba a la persona del chat para hacer la cancelación. En el momento que le escribo, se demora para responder, y ahí yo le digo al muchacho que no contesta, que no responden. El muchacho me dice que le regalé un minuto de mi celular, ahí yo le di un minuto, él timbra dos veces, pero no le contestaron. Él me pide el favor de que le comparta internet, yo le comparto internet y él saca un celular del bolsillo del pantalón. Este celular era blanco. (...) Ya en medio de esta conversación, me llega una transferencia a mi cuenta de Nequi", fue la declaración del motociclista que transportó al adolescente de 15 años. El dinero, al parecer, lo envió El Costeño.
Por el momento y de acuerdo con el medio El Colombiano, ha quedado claro que el crimen no fue esporádico ni improvisado. Contó con planeación y la participación coordinada de varias personas. Las autoridades buscan establecer si todos pertenecen a una misma organización criminal o si fueron contratados gracias a sus perfiles en el mundo de la delincuencia.