Magín Díaz asume Hacienda tras años alertando sobre el gasto, déficit eléctrico y reforma fiscal
Pasará del diagnóstico crítico al reto de manejar la deuda y el déficit

Magín J. Díaz llega al Ministerio de Hacienda mediante el decreto 386-25, tras varios años de advertir sobre el crecimiento de la deuda, el gasto público, el déficit del sector eléctrico y la necesidad de una reforma fiscal, aunque con un reconocido respeto a la figura del presidente Luis Abinader.
Díaz, quien fuera director de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) entre 2016 y 2020, y hasta ahora dirigía la Escuela de Economía de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (Pucmm), asume el cargo tras la renuncia de José Manuel (Jochi) Vicente.
En junio de 2024, durante un panel en la Pucmm, Díaz expuso que la evasión fiscal seguía sin corregirse, y que lejos de mejorar, había retrocedido.
Deuda pública
Tan reciente como en junio de este 2025, Díaz mostraba preocupación por el hecho de que desde el 2019 el gasto en intereses superó al de inversión, y que ya para este año, casi duplica el gasto de capital del Gobierno.
"Esto es utilizando las proyecciones del servicio de la deuda del Marco de Mediano Plazo del Gasto Público, contenidas en el Presupuesto 2025, las cuales son hasta cierto punto conservadoras", dijo.
Por eso señaló que el Gobierno proyecta una inversión pública del 2.2 % del producto interno bruto (PIB), cifra que corresponde a mínimos históricos. Mientras que el pago de intereses va como el elefante: creciendo despacito, pero aplastante.
- Yendo más lejos, en diciembre de 2023, durante el evento Ecomod, advirtió sobre el alto nivel de la deuda consolidada, y los altos intereses de la deuda que consumían casi el 4 % del PIB.
Díaz fue particularmente crítico con la reforma tributaria planteada por el Gobierno, que a finales de 2024 proponía recaudar entre el 1.5 y el 1.7 % del PIB, lo que equivale a entre 110,000 y 125,000 millones de pesos.
Según su análisis, ese incremento de ingresos podría dar un respiro a corto plazo, pero no resolvería el problema fiscal, ya que el propio Gobierno prevé aumentar el gasto en la misma proporción.
De hecho, Díaz considera inevitable que en dos o tres años el país vuelva a discutir sobre déficit y deuda, como ha ocurrido en las últimas dos décadas.
Reforma al gasto público
En materia de gasto, Díaz señaló que la supuesta "reforma del gasto público" del Gobierno de Abinader en realidad no había significado una reducción real. Al contrario, el gasto corriente había aumentado, representando un 3 % del PIB, es decir, unos 200,000 millones de pesos adicionales en comparación con el periodo prepandemia.
Señalaba el crecimiento de la nómina del Estado, entonces con 52,000 empleados más que en julio de 2020. A esto se suman subsidios sociales que, aunque necesarios, siguen siendo gestionados bajo un esquema que él considera clientelar y populista.
Uno de los sectores donde el deterioro es más evidente, según Díaz, es el eléctrico. El destacado economista también advertía que la inversión en las empresas distribuidoras de electricidad (EDE) también se desplomó, con un 50 % menos de recursos ejecutados respecto al periodo previo a la pandemia.
Para Díaz, el problema es estructural: si se invierte más, aumenta el déficit en el corto plazo, pero si se invierte menos, el déficit será aún mayor en el largo plazo. Se trata, dice, de un círculo vicioso.
El economista ha advertido en sus columnas de opinión que "ningún gobierno" ni candidato ha logrado hasta ahora cumplir la promesa de resolver el problema fiscal solo con mejoras en la eficiencia, reducción de la evasión o eliminación de privilegios. Por lo que indicaba que "tarde o temprano" alguien tendrá que pagar más impuestos o enfrentar un ajuste drástico del gasto.
Ahora, Díaz pasa de ser de un juicioso analista, a responsable de la política fiscal del país. La pregunta es cómo podrá, desde el Ministerio de Hacienda, enfrentar los mismos problemas que durante años diagnosticó con crudeza.