VIDEO | Empleados Barrick Pueblo Viejo abogan por solución amigable para construir presa de colas
Acusa a sectores externos de incitar protestas para afectar el proceso de negociación
Joaquín Caraballo
Personas ajenas a las comunidades que exigen mejores remuneraciones de Barrick Pueblo Viejo estarían incitando enfrentamientos para obstaculizar el desarrollo adecuado del proyecto que ejecuta la empresa para construir una nueva presa de cola, según Reinaldo Hernández, secretario general del Sindicato Unido de Trabajadores de Barrick Pueblo Viejo (Sutrabarrick).
Precisó que algunos disturbios no han sido provocados únicamente por los comunitarios, sino que hay personas externas que están fomentando que los procesos no avancen correctamente.
Frente al conflicto, Hernández y otros representantes del sindicato hicieron un llamado urgente al Gobierno para mediar en la situación y garantizar que la construcción de la nueva presa de colas pueda continuar sin contratiempos.
"Hacemos un llamado al Estado dominicano para que este proceso sea lo más amigable posible. Hay sectores externos al proyecto y a las comunidades que han querido intervenir", precisó Hernández. Consideró fundamental que el Gobierno identifique quiénes son los actores externos, para lograr un desenlace justo tanto para la empresa como para los comunitarios.
El conflicto surge en el contexto de una posible reubicación o desalojo de campesinos en la provincia Sánchez Ramírez, específicamente en las localidades de El Rayo, Los Naranjos, Los Higos, Las Tres Bocas, Arroyo Vuelta y Lajas.
Para abordar esta situación, el Gobierno ha creado una comisión mediadora integrada por el ministro de Energía y Minas, Joel Santos; monseñor Carlos Thomás Morel Diplán, obispo de La Vega; y el defensor del Pueblo, Pablo Ulloa, con el respaldo de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
La comisión buscará una solución que equilibre los intereses de Barrick Pueblo Viejo y las necesidades de más de 600 familias afectadas.
El sindicato destacó la importancia de un entendimiento que permita a la empresa avanzar, garantizando al mismo tiempo los derechos de los habitantes de la zona.
Por su lado, Rafael (Pepe) Abreu, presidente de la Confederación Nacional de Unidad Sindical (CNUS), expresó su esperanza en que las negociaciones conduzcan a un acuerdo que devuelva la tranquilidad a la región.
"Estamos en el camino correcto porque ya se está negociando en una mesa mediada por el arzobispado, con la participación de diversos actores. Confiamos en una solución que no solo garantice los empleos, sino que también asegure que el impacto de la minería beneficie a la comunidad donde opera la mina", indicó Abreu.
Beneficios
Asimismo, Abreu subrayó que el rechazo a la minería muchas veces se debe a los efectos negativos que esta deja en las comunidades, que no siempre corresponden con los beneficios obtenidos.
"Por ello, instamos al gobierno a que garantice que esta explotación minera deje beneficios tangibles para la comunidad, no solo empleos, sino también infraestructura y un desarrollo sostenible. Esto permitirá que la minería sea vista como un motor de progreso para la comunidad, en lugar de una fuente de conflicto", concluyó.
Actualmente, Barrick Pueblo Viejo genera 2,300 empleos directos y cerca de 8,500 empleos indirectos, consolidándose como un actor clave en la economía local.
Joaquín CaraballoGraduado en Comunicación Social por la Universidad Dominicana O&M. Cursó un Máster en Comercio Internacional en el Centro Europeo de Postgrado. Tiene varios diplomados en economía, aduanas, sector eléctrico, impuestos y periodismo de investigación.
Continuar con Google