Los Vigilantes le bajaron el "cutao" a los Astros

Los Astros de Houston eran ampliamente favoritos para ganar el banderín de la Liga Americana, como lo apostó Jim McIngvale mejor conocido como "Mattress Mack", pero como en béisbol "no hay nada escrito" hoy son los parciales de los Vigilantes de Texas los que aplauden, mientras los de Houston están rompiendo sus tickets en el muro de los lamentos.  

A medida que se evaporaban para la tropa de Dusty Baker las esperanzas de una tercera aparición consecutiva en la Serie Mundial, también se desvanecía la oportunidad de esta franquicia de establecerse indiscutiblemente entre los equipos más exitosos de la historia de la Gran Carpa.

Desde 1990, sólo un equipo de las Mayores, los Yankees de Nueva York, que llegaron a la Serie Mundial cada temporada entre 1998 y 2001, los coloca muy por delante del par de títulos de los Astros repartidos entre 2017 y 2022. Sin embargo, fuera de este tramo de los Yankees, los Astros tienen un caso sólido entre las rachas más dominantes durante las últimas tres décadas.

Los Bravos de Atlanta de la década de 1990 están en el mismo nivel que Houston, ya que sus ocho apariciones consecutivas en series de campeonato de la Liga Nacional son las mejores de las Mayores y una ventaja sobre la racha actual de los Astros.

Pero vale la pena señalar que ningún equipo se acerca a igualar lo que han hecho los Astros en los últimos siete años. Agregue uno o dos títulos de Serie Mundial en los próximos años, y la carrera de Houston entrará en la conversación más grande que jamás haya visto en MLB. Por ahora, son simplemente el modelo de éxito constante, una franquicia que sigue siendo contendiente cada año por el campeonato.

Sin embargo, ese estatus no alivia el dolor y la sensación de decepción que sienten los fanáticos de los Astros después de la derrota del lunes en el Juego 7 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana. El hecho de que los Rangers, regresan a la Serie Mundial por primera vez desde 2011, le otorga el único derecho real de fanfarronear en esta rivalidad estatal.

Así es el béisbol, difícil de vaticinar con un Dusty Baker al timón que nunca ha ganado un séptimo juego y Bruce Bochy que nunca ha perdido un séptimo desafìo.

Para consumo liceista: De por vida Tigres del Licey 489 triunfos, Aguilas Cibaeñas 482.

Bienvenido Rojas

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Cronista deportivo. Amante del béisbol y sus vivencias.