Atlanta vive una debacle que no parece tener un final cercano
Desde el pitcheo hasta la ofensiva, todo ha comenzado por debajo de las expectativas

Desde que perdieron sus primeros nueve juegos en 2016, el 0-7 de Atlanta en 2025 para empezar una temporada fue la segunda peor marca del equipo.
El mes de abril va por la mitad, y el récord del club es apenas de 5-13 en sus primeros 18 juegos, últimos en la División Este.
El pitcheo colectivo de los Bravos tiene una efectividad de 4.49 (ranqueada séptimo entre los 15 equipos de la Liga Nacional) y es el segundo con más jonrones permitidos con 25.
Recién ayer, hizo su primera salida Spencer Strider, que solo tuvo dos apariciones en 2024 por una cirugía en su codo derecho.

Chris Sale (0-2, 6.63) no ha sido el pitcher que ganó el Cy Young en 2024, y en sus últimas dos salidas ha tirado cinco innings y ha permitido seis hits y tres carreras en cada una.
Sale, de 36 años, ya parece cerca del retiro, el dominicano Reynaldo López tuvo una cirugía en su hombro derecho y perderá al menos 12 semanas, y el novato Spencer Schwellenbach solo ha sumado una victoria en cuatro salidas.
En el bullpen (segundo peor del Viejo Circuito con 9 jonrones permitidos), desde el veterano Héctor Neris (lanzó solo un día y fue dado de baja), hasta Raisel Iglesias y A.J. Minter, se han caído en partidos claves.
Ofensiva diezmada
El criollo Marcell Ozuna (.306/.477/.531), con un OPS de 1.008, trata de salir adelante en una alineación que batea .197 con hombres en posición anotadora, el quinto peor promedio de toda la MLB.
Ronald Acuña Jr., que ya puede aumentar la intensidad física en su rehabilitación, aún es una incógnita, y su bate se extraña.
El equipo es 13ero en carreras anotadas (61) y 11 en OPS (.674). El positivo del curazoleño Jurickson Profar y su correspondiente suspensión por 80 partidos, es el último balde de agua fría al equipo, ya que la firma del jardinero por US$42 millones era vista como una importante adición.