La carrera de Marcell Ozuna pendía de un hilo hace un año y ahora suena como MVP
El dominicano parece ser el pelotero que podría darle pelea a Ohtani por el MVP
ATLANTA (AP) — Marcell Ozuna resta importancia al coro de "¡MVP! ¡MVP! ¡MVP!"
El toletero dominicano de los Bravos de Atlanta sabe, mejor que nadie, que estos momentos pueden ser efímeros.
"Tienes que estar al mismo nivel", advirtió Ozuna, "no sentirte cómodo".
Apenas hace un año su carrera pendía de un hilo. Los mismos aficionados que ahora lo ovacionan, lo abucheaban cada vez que se paraba en el plato. Parecía que sería cuestión de tiempo para que los Bravos lo dejaran ir.
Pero el equipo decidió mantenerlo y Ozuna, una vez más, es uno de los bateadores más temidos. El miércoles pegó dos jonrones en la victoria 5-0 de Atlanta ante los Medias Rojas de Boston y superó a Shohei Ohtani como líder de las mayores al totalizar 12 cuadrangulares.
El bateador designado conocido como "Big Bear" despertó el jueves como líder de las Grandes Ligas con 38 empujadas — cinco más que sus rivales — y es segundo, por detrás de Ohtani, en porcentaje de slugging (.646) y OPS (1.042).
"Tengo un gran respeto por ese hombre", indicó el mánager de los Bravos Brian Snitker. "Los dioses del béisbol tienen una forma de recompensar a la gente como él".
Para apreciar lo lejos que ha llegado el pelotero de 33 años, hay que ver en dónde se encontraba el primer mes de la campaña de 2023.
Tenía un promedio de bateo de apenas .085 y con dos empujadas. Los analistas imploraban a los Bravos rescindirle su contrato de cuatro años y 65 millones de dólares que firmó antes de la campaña de 2021. Ozuna también tuvo problemas ajenos al estadio — con arrestos por violencia doméstica y manejar en estado de ebriedad en un lapso de 15 meses. Esto era prueba suficiente para dejarlo ir.
Pero a Snitker le impresionó la actitud de Ozuna con sus compañeros, incluso cuando las cosas no iban bien.
Siguió siendo popular y mimado en el clubhouse, apoyando a quienes lo rodeaban y haciendo sonreír a todos. Además mantuvo su ética de trabajo.
Ozuna se disculpó por sus incidentes, cumplió una suspensión de 20 juegos y completó una serie de programas después de que le retiraron los cargos por violencia doméstica.
En el diamante, nunca perdió la fe en sus habilidades —incluso en su peor momento.
Los Bravos fueron recompensados por tener fe en Ozuna, repuntando hace casi un año. Terminó la temporada pasada con 40 cuadrangulares y 100 empujadas y fue vital para unos Bravos que lideraron las Grandes Ligas con 307 jonrones.
Ozuna podría superar su marca del año pasado y parece ser el pelotero que podría darle pelea a Ohtani por el MVP de la Liga Nacional.
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