Microbióloga advierte consumir agua de un bebedero mal desinfectado puede provocar vómitos y diarrea
Nirka Pérez dice que los equipos deben ser limpiados y desinfectados de manera profunda para evitar infecciones

Consumir agua de dispensadores o bebederos contaminados por falta de mantenimiento y desinfección adecuada puede convertirse en un riesgo para la salud, ya que esos equipos suelen acumular en sus conductos internos y boquillas bacterias causantes de enfermedades.
Así lo afirmó Nirka Pérez, licenciada en microbiología y directora ejecutiva de la empresa Control Clean, quien indicó que estas bacterias que crecen en bebederos sin el debido mantenimiento son causantes de diarreas, vómitos y otras afecciones.
Pérez señaló que entre los microorganismos patógenos asociados comúnmente a bebederos de agua que no reciben mantenimiento y desinfección profunda por lo menos una vez cada seis semanas están: los coliformes, E.coli, pseudomonas aeruginosa, legionela, hongos, levaduras y algas, de acuerdo con estudios y análisis realizados por laboratorios nacionales e internacionales.

Agregó que esos patógenos pueden provocar diarrea, cólico, infecciones del trato urinario y los riñones, neumonía y alergias, entre otros males.
"La probabilidad de que una persona se enferme dependerá de diversos factores, incluyendo la cantidad de microorganismos presentes y el estado de salud del individuo. No obstante, la contaminación de los dispensadores de agua y bebederos representa un riesgo potencial para la salud, por lo que es fundamental mantenerlos limpios y realizar un mantenimiento adecuado de forma regular", resaltó la especialista a través de una nota de prensa.
Indicadores
Pérez detalló que algunos de los indicadores perceptibles y palpables de que un bebedero de agua requiere limpieza profunda y especializada son:
Mal sabor del agua
Sarro visible en la boquilla
Poca presión de salida del agua
Agregó que, aunque no se presenten algunas de esas condiciones, es necesario realizar el mantenimiento de esos equipos de manera regular, como una medida preventiva para cuidar la salud de la familia, y en el caso de las empresas, de sus colaboradores.