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Condenan a 30 años por matar a un capitán del Ejército para robarle el celular

El capitán Guillén Salas se desplazaba en su motocicleta cuando fue interceptado por los hoy condenados para despojarlo de sus pertenencias

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Condenan a 30 años por matar a un capitán del Ejército para robarle el celular
El capitán del Ejército Carlos Guillén Salas, ultimado durante un atraco en el sector Villa María, Distrito Nacional, el 14 de julio de 2024. (ARCHIVO)

En Villa María, Distrito Nacional, el silencio de la madrugada del 14 de julio de 2024 se rompió con tres disparos. Eran cerca de las 2:30 a. m. cuando el capitán del Ejército Carlos Guillén Salas, de 51 años, cayó al pavimento mientras intentaba sacar su arma de reglamento y fue herido mortalmente por los asaltantes.

Guillén Salas regresaba a casa en su motocicleta Suzuki negra cuando fue interceptado en la intersección de las calles Josefa Brea y Domingo Moreno Jiménez.

Lo detuvo otro motor sin placa, tripulado por dos jóvenes que esa noche salieron a buscar víctimas. Cuando el capitán intentó defenderse, uno de los delincuentes le disparó tres veces por la espalda. Su pistola, una nueve milímetros, quedó en la escena. Su celular, no.

La investigación

Las cámaras de seguridad captaron la huida. La Policía comenzó a cerrar el cerco pocas horas después. A los cinco días del crimen, el 19 de julio, las autoridades allanaron la casa de Emilio Manuel Suero, conocido en el bajo mundo como Emilito y otro apodo impublicable.

Allí encontraron un revólver Colt calibre 38 con seis cápsulas, sin papeles. Días después, atraparon al otro implicado, Eury Canela Javier, apodado Japón o Yeury, quien conducía la motocicleta usada en el asalto mortal.

El Ministerio Público, a cargo de la fiscal Vidalis Mora Díaz, tejió el caso con pruebas contundentes: videos, testigos, armas, y el rastro de los implicados en los días posteriores al crimen.

El expediente los acusó de homicidio voluntario, asociación de malhechores y porte ilegal de arma de fuego. Todo, por un robo que terminó en muerte.

El juicio y la condena

El proceso llegó al Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, presidido por la jueza Arlín Ventura Jiménez e integrado por Leticia Martínez y Evelin Rodríguez. Allí, las fiscales Carleny Camilo y Cinthia Bonety demostraron la responsabilidad penal de los acusados. El crimen quedó registrado no solo en los videos, sino en los testimonios y las pruebas periciales.

Este lunes, el tribunal sentenció a 30 años de prisión a ambos acusados. La condena será cumplida en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Hombres, en San Cristóbal, donde ya estaban recluidos bajo prisión preventiva.

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