Manaos vuelve a 'situación de emergencia' ante aumento de casos de COVID-19
Sao Paulo, 18 sep (EFE).- La Alcaldía de Manaos, capital del estado brasileño de Amazonas, volvió este viernes a una 'situación de emergencia' ante el repunte de casos de COVID-19, motivo por el cual impuso nuevas restricciones y reforzó su red sanitaria, aunque aseguró que aún es pronto para hablar de una 'segunda ola'.
Manaos, ubicada en el corazón de la Amazonía y con una población de unos dos millones de habitantes, fue de las primeras grandes ciudades brasileñas en vivir el colapso de sus hospitales y servicios funerarios, especialmente durante el mes de abril.
En mayo, los datos empezaron a remitir y desde entonces vivió una cierta estabilidad.
De hecho, a partir de junio empezó un plan de desescalada para la retomada de las principales actividades económicas, pero las cifras de las últimas semanas han vuelto a disparar las alarmas entre las autoridades municipales.
Por ello, el alcalde de Manaos, Arthur Virgilio Neto, firmó este viernes un nuevo decreto de 'situación de emergencia' y anunció una serie de medidas para contener el crecimiento de la curva epidemiológica.
Según el Ayuntamiento, registros recientes de los equipos de vigilancia sanitaria indicaron un 'aumento en la demanda espontánea de casos sospechosos de COVID-19' en los once ambulatorios de la capital amazónica dedicados a la detección de positivos.
Según datos oficiales, se reportaron 4.158 casos nuevos de coronavirus entre los días 1 y 17 de septiembre, frente a los 3.971 notificados en el mismo periodo de agosto, aunque las cifras podrían ser mayores debido a la enorme subnotificación que se da en todo Brasil.
Además, la ocupación de camas de terapia intensiva ha aumentado un 6 % en la red pública y un 10 % en la privada.
Por ello, Virgilio Neto, que estuvo una veintena de días ingresado en julio tras contraer el SARS-CoV-2, determinó el cierre del popular complejo de ocio Ponta Negra, y la contratación de más profesionales sanitarios, también con miras a atender a la población indígena.
El alcalde, que por el momento descarta decretar el confinamiento total de la población, también solicitará a los fiscales de vigilancia sanitaria que refuercen sus trabajos en los bares y restaurantes de la ciudad.
La red de hospitales de Manaos tiende además a recibir muchas de las urgencias médicas que ocurren en el interior del estado de Amazonas, que hasta este jueves contabilizaba 3.931 muertes y 129.501 contagiados por la enfermedad.
La tasa de mortalidad de la COVID-19 en Amazonas es de 94,8 óbitos por cada 100.000 habitantes, muy superior a la media nacional que es de 64,2.
Brasil es uno de los países más azotados por la crisis sanitaria junto con Estados Unidos y la India y aún lidia con los efectos de la 'primera ola' de COVID-19, que hasta el momento ha segado la vida de casi 135.000 personas y contagiado a 4,45 millones, según el Ministerio de Salud. EFE