VIDEO | "Nos están dejando en la calle" : desesperación en Paseo del Arroyo y barrio Cuba por desalojos
Son afectados por la ampliación de la avenida República de Colombia
La ampliación de la avenida República de Colombia no solo preocupa a muchos por la posible afectación al Jardín Botánico, sino que también genera incertidumbre e indignación entre los moradores de los barrios Cuba y Paseo del Arroyo, que ya están siendo afectados por los trabajos.
Ubicados al noroeste de las avenidas Carlos Pérez Ricart y República de Colombia, estos barrios, con más de 30 años de existencia, serán impactados por la construcción de la vía expresa que incluye un puente y un túnel que conectará por los barrios Cuba y Paseo del Arroyo por las inmediaciones del Jardín Botánico..
Más de 20 viviendas han sido desalojadas, pero los residentes no están conformes porque, según afirman, el avalúo de sus propiedades es injusto. José Miguel Beltrán, presidente de las Junta de Vecinos de Paseo del Arroyo, en la parte norte de la cañada de Los Ríos, cuenta que son más de 40 las familias que serán afectadas en ese lado.
Ampliación de la avenida República de Colombia: un proyecto de infraestructura integral
Ya se llegó a un acuerdo con los propietarios de algunas viviendas quienes entregaron sus inmuebles, pero a los que viven a la orilla de la cañada lo único que les han entregado es una notificación para abandonar el lugar en 15 días, sin dialogar sobre el pago de sus propiedades. Reconocen que los terrenos donde construyeron sus viviendas son propiedad del Estado.
Presión para que abandonen sus casas
"Se nos está dando 15 días para que abandonemos la zona, pero no se nos explica, en ese mismo documento, si se nos va a reubicar en otro lugar o si se nos va a dar una remuneración económica para que compremos o alquilemos en otro sitio", cuenta.
Hizo un llamado al presidente Luis Abinader y a la alcaldesa del Distrito Nacional, Carolina Mejía, que reclama los terrenos donde viven y ha enviado las notificaciones, para que traten con justicia a las familias que, además de tener sus viviendas en el lugar, poseen talleres, colmados y otros negocios de los que dependen económicamente.
La pastora Iris Lora Santana afirmó que no se oponen al desalojo, pero sí a la forma en que se está llevando a cabo, ya que no se ha dialogado con ellos ni han recibido propuestas por parte de las autoridades.
"Queremos que el señor presidente de la República, el Ayuntamiento, la señora alcaldesa Carolina Mejía, presten atención a este asunto. Estamos muy desesperados, bajo angustia, no sabemos cómo van las cosas y nos sentimos muy mal. Pero creemos en nuestro Gobierno, creemos en nuestra síndica y alcaldesa, y confiamos en que habrá una solución", dijo.
En el barrio Cuba
Al sur de la cañada está el barrio Cuba, donde ya una veintena de viviendas han sido destruidas. Ernesto Camilo y Josefina Pérez, dos vecinos con viviendas marcadas para desalojo, también denuncian que no han sido contactados por las autoridades.
"Ciertamente no nos oponemos al desalojo, pero necesitamos que Obras Públicas y la constructora paguen justamente por los terrenos de la comunidad, donde muchos somos propietarios desde hace más de 30 años. Lo que están ofreciendo es un pago muy bajo", afirmó Ernesto Camilo.
La familia de Josefina Pérez posee un documento de determinación de herederos, pero ahora les dicen que con ese documento no les pagarán sus propiedades y les exigen un título.
"Exigimos que, por favor, se nos pague lo justo por nuestra propiedad, porque realmente lo que están ofreciendo es un disparate", expresó.
Julissa Cabral y Paola Romero ya entregaron sus casas por presión, pero con el poco dinero recibido no han podido comprar ni siquiera un solar. Consideran que lo que se está cometiendo con ellos es un abuso.
Venecia Paulino y Marlene Drullard, inquilinas, también han sido solicitadas para desalojar, pero ahora no saben qué hacer, pues no tienen dinero para alquilar en otro lugar.
"Fuimos a Obras Públicas y nos dijeron que no nos corresponde nada. Nosotras tenemos niños pequeños y quieren que nos vayamos en cinco días. ¿Cómo vamos a salir en cinco días? Eso es un trauma para un niño", expresó Marlene Drullard.